Este lunes 9 de junio entró en vigor una nueva Proclamación Presidencial firmada por Donald Trump que impone restricciones migratorias a ciudadanos de 19 países, incluyendo Cuba. Esta medida, conocida mediáticamente como "travel ban", busca restringir o bloquear el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos extranjeros provenientes de países designados.

El término se popularizó desde la primera administración de Trump, cuando se implementaron políticas migratorias similares.

La decisión ha generado preocupación entre miles de cubanos que tienen trámites pendientes o planes de viajar hacia Estados Unidos. La nueva restricción coloca a Cuba entre los siete países que enfrentan un veto parcial de entrada. Esto significa que determinadas categorías de visas quedan suspendidas, afectando tanto a inmigrantes como a no inmigrantes.

Los cubanos no podrán ingresar con visas B-1 (negocios), B-2 (turismo), B-1/B-2 (turismo/negocios), F (estudios académicos), M (estudios vocacionales) y J (intercambio estudiantil o profesional).

Sin embargo, se contemplan excepciones específicas. Podrán ingresar los residentes permanentes legales (portadores de la green card), personas con doble nacionalidad que viajen con el pasaporte de un país no restringido, titulares de visas diplomáticas y especiales, familiares inmediatos de ciudadanos estadounidenses (visas IR-1, IR-2 e IR-5), menores adoptados bajo las categorías IR-3, IR-4, IH-3 e IH-4 y beneficiarios de permisos especiales como el Formulario I-512 o autorizaciones PARCIS vigentes.

Los cubanos con visas válidas emitidas antes del 8 de junio de 2025 pueden viajar a Estados Unidos, siempre que no hayan perdido su estatus legal. Esto incluye las visas B-2 de cinco años otorgadas desde 2023. No obstante, es importante recordar que la visa no garantiza la entrada al país. La decisión final la toman los oficiales migratorios en el puerto de entrada.

La política también tiene implicaciones para la reunificación familiar. Las solicitudes presentadas por ciudadanos estadounidenses para cónyuges, hijos o padres están exentas y se procesarán con normalidad. En cambio, las reclamaciones de residentes permanentes quedan suspendidas, dejando a muchas familias cubanas en una situación incierta.

El "travel ban" prohíbe completamente el ingreso de ciudadanos de 12 países con visas de inmigrante o de no inmigrante. Para los siete países bajo restricciones parciales, como Cuba, ciertas excepciones permiten el ingreso en circunstancias específicas. Los cubanos con doble nacionalidad pueden ingresar a Estados Unidos utilizando el pasaporte de un país no incluido en la lista, siempre que tengan una visa válida de ese país.

La política migratoria se revisará cada 90 días para evaluar la cooperación de los países afectados. En el caso de Cuba, las restricciones están vinculadas a su designación como país patrocinador del terrorismo y su negativa a aceptar la repatriación de nacionales deportados. Según informó Café Fuerte, esta es la mayor limitación para los viajes de cubanos a Estados Unidos en las últimas cuatro décadas.

Se recomienda a los viajeros cubanos revisar cuidadosamente el estatus de sus visas y consultar orientación legal. Además, se les recuerda que deben cumplir estrictamente con los términos de su visa durante su estancia, ya que el incumplimiento podría resultar en deportación.

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