El primer ministro británico, Keir Starmer, anunció un nuevo paquete de ayuda destinado a fortalecer la defensa de Ucrania, otorgando financiamiento para la adquisición de misiles y otros equipos militares. La medida se produce en un contexto de incertidumbre sobre el respaldo de Estados Unidos a Kyiv y tras recientes tensiones diplomáticas entre Ucrania y Washington.

El plan incluye 2.200 millones de libras esterlinas (aproximadamente 2.800 millones de dólares) en préstamos para Ucrania, financiados en parte mediante la congelación de activos rusos. Además, el gobierno británico permitirá que Ucrania acceda a 1.600 millones de libras (2.000 millones de dólares) en financiamiento de exportaciones para la compra de armamento producido en el Reino Unido, particularmente misiles fabricados en Irlanda del Norte.

Durante la cumbre en Londres con líderes europeos, Starmer enfatizó que cualquier acuerdo de paz con Rusia debe estar basado en la fortaleza y no en concesiones unilaterales. "No podemos repetir los errores del pasado con acuerdos débiles que permitan a Rusia violarlos sin consecuencias", declaró, en referencia a los pactos de Minsk.

El primer ministro británico subrayó la importancia de trabajar junto con aliados internacionales para garantizar que Ucrania no solo reciba apoyo militar, sino también garantías de seguridad a largo plazo. "Es fundamental que cada nación contribuya de la mejor manera posible para lograr un resultado favorable para Ucrania y la estabilidad global", añadió.

El anuncio de Starmer llega pocos días después de un tenso encuentro entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, en la Casa Blanca. La reunión, que se tornó incómoda frente a los periodistas, dejó en duda el compromiso de la administración estadounidense con el conflicto en Ucrania.

A pesar de las especulaciones sobre un cambio en la postura de Estados Unidos, Starmer rechazó la idea de que Washington sea un "aliado poco fiable". Afirmó haber mantenido conversaciones con Trump y destacó que cualquier plan para Ucrania debe contar con la colaboración de Estados Unidos, Francia y otros países europeos.

Mientras Londres refuerza su respaldo a Kyiv, Rusia ha mostrado señales de acercamiento hacia Trump. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, elogió el enfoque pragmático del líder estadounidense y sugirió que Moscú ve oportunidades en su política exterior.

"Trump prioriza el sentido común y la búsqueda de soluciones prácticas. Esto podría marcar una nueva etapa en las relaciones internacionales", declaró Lavrov en una entrevista con la prensa estatal rusa.

A medida que la guerra en Ucrania entra en su tercer año, el panorama diplomático sigue evolucionando. Reino Unido reafirma su papel como uno de los principales aliados de Kyiv, mientras que el futuro del apoyo de Estados Unidos sigue siendo incierto. En este escenario, los movimientos de Starmer buscan consolidar una estrategia de respaldo militar y diplomático que refuerce la posición de Ucrania en la mesa de negociaciones.

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