El reconocido abogado de inmigración Willy Allen representará de forma gratuita a los dos pilotos cubanos que recientemente llegaron a Cayo Hueso, en el estado norteamericano de Florida, a bordo de un ala delta motorizada.

“Me impresiona siempre las vías que buscan los cubanos para escapar de su país”, dijo Allen en declaraciones al medio independiente Cibercuba. “Arriesgaron su vida para buscarse la oportunidad de un futuro mejor”, sostuvo.

Allen defendería a los pilotos David López Alfonso, de 39 años, e Ismael Hernández Chirino, de 28, quienes llegaron al Aeropuerto Internacional de Cayo Hueso el pasado 25 de marzo y permanecen detenidos en el Centro de Transición de Pompano Beach, en el condado de Broward.

En un inicio, el experto había asumido solo la representación de Hernández Chirino, pero un familiar de López Alfonso lo contactó desde Noruega para que también lo defendiera de una posible deportación tras ser procesados por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en Marathon.

Allen comentó que “ningún asilo es fácil” y solo “una minoría de cubanos” lo ganan en un juicio. Explicó que, en tal sentido, prevé enfocar su defensa alegando la “persecución futura” que enfrentarían los pilotos, por la forma en que huyeron de la isla.

“El asilo de ellos puede ser una persecución futura si son devueltos a Cuba, el asilo puede ser una conjunción de dos factores, persecución pasada y persecución futura”, argumentó. El viernes, Allen presentó una solicitud al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) para que los pongan en libertad condicional con un I-220A (documento de ingreso al país) o con un parole.

“Si ICE declina ponerlos en libertad ellos califican para una fianza ante inmigración. Entonces sería llevarlos ante un juez de inmigración para que les ponga una fianza razonable que su familia pueda pagar”, dijo.

En caso de que el juez no les concediera una fianza razonable, el abogado pedirá un juicio de asilo lo antes posible. Allen representó antes a la activista cubana Yeilis Torres, quien, tras ser interceptada en una balsa, fue enviada a la Base Naval de Guantánamo y luego la trasladaron a una cárcel del ICE en el sur de Florida, donde permaneció hasta el juicio el pasado 28 de marzo. Finalmente, un juez le concedió el asilo luego de un juicio de cuatro horas, que incluyó una hora de interrogatorio por parte de una fiscal.

López Alfonso y Hernández Chirino son pilotos de parapente y formaban parte del Club de Aviación de Cuba. El régimen comunista de La Habana informó que el planeador en que escaparon se utiliza para actividades de turismo.

“El Club de Aviación de Cuba denuncia este hecho y transmite a las autoridades internacionales correspondientes su desacuerdo con hechos como estos y solicita se aplique a estos individuos las sanciones correspondientes a la gravedad del caso y la devolución del equipo sustraído”, dijo a través de un comunicado la entidad gubernamental.

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