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Recepción de lujo en Nueva York mientras Cuba vive en la oscuridad.

Redacción de CubitaNOW ~ sábado 27 de septiembre de 2025

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La Misión Permanente de Cuba ante Naciones Unidas protagonizó una polémica que evidencia la profunda contradicción entre la élite gobernante y la población cubana. Mientras millones de cubanos enfrentan apagones diarios, hospitales sin electricidad y barrios sumidos en la penumbra, funcionarios del régimen organizaron en Nueva York una lujosa recepción diplomática con bebidas, banquete y ostentación digna de la alta sociedad internacional.

El evento reunió a diplomáticos y allegados del gobierno, incluyendo al ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez Parrilla y al vicecanciller Carlos Fernández de Cossío. Sin embargo, la cobertura mediática fue limitada por intentos de la misión cubana de impedir el registro del evento, aunque la policía neoyorquina garantizó la libertad de prensa y permitió capturar las imágenes que muestran el derroche de recursos.

Entre los asistentes, se reportó que algunos diplomáticos, como el representante de Haití, disfrutaron de los mojitos sin pronunciarse sobre la situación de los presos políticos en la Isla, mientras que el primer ministro de San Vicente y las Granadinas Ralph Gonsalves salió tambaleándose del lugar.

La escena contrasta violentamente con la realidad de Cuba, donde familias enteras pasan horas sin electricidad, ancianos van a la cama sin alimentos y hospitales luchan por mantener los servicios esenciales.

Este no es un hecho aislado. Eventos recientes como la Noche Intermedia del Festival del Habano en el Capitolio Nacional y el Festival Internacional Varadero Gourmet han mostrado menús lujosos y cenas exclusivas para la élite, mientras la mayoría de los cubanos sufren desabastecimiento y precariedad.

La discrepancia entre el discurso oficial de “resistencia” y la ostentación en Nueva York se vuelve cada vez más insostenible.

Las redes sociales en Cuba y el extranjero han estallado en críticas. La población percibe que los recursos se priorizan para eventos turísticos y diplomáticos mientras la crisis energética y alimentaria se profundiza, evidenciando un patrón de privilegio y despilfarro que mantiene a la élite aislada de la realidad cotidiana.

El contraste es claro: banquetes de lujo en Manhattan versus apagones y hambre en La Habana. La élite cubana sigue celebrando mientras el pueblo enfrenta la oscuridad literal y figurada de un país que clama por soluciones reales y no por exhibiciones de riqueza que indignan y fracturan aún más la confianza en el gobierno.

Fuente: Mario Pentón y Martí Noticias




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