El equipo de seguridad del expresidente Donald Trump ha expresado su descontento con el Servicio Secreto, alegando que no se les ha proporcionado suficientes recursos y personal en los últimos dos años. La agencia admitió este sábado que algunas solicitudes han sido denegadas.

Un portavoz del Servicio Secreto, en un comunicado emitido este sábado, reconoció que no siempre han proporcionado ciertos recursos. Sin embargo, aseguró que se han implementado otras medidas de seguridad en colaboración con socios locales.

Esta información surge en medio de preocupaciones por la seguridad, después de que un francotirador lograra acceder a una azotea a unos 150 metros de donde se encontraba Trump durante un mitin al aire libre en Butler, Pensilvania, la semana pasada. The Washington Post y The New York Times informaron que el Servicio Secreto había negado solicitudes previas del equipo de seguridad de Trump en los últimos dos años.

Personas cercanas al expresidente consideran que estas decisiones, percibidas como dirigidas personalmente a Trump, provienen de los altos rangos de la agencia. Aunque Trump mantiene una relación estrecha con los agentes de su destacamento, la relación entre estos agentes y los altos mandos del Servicio Secreto ha sido tensa desde hace tiempo, según múltiples fuentes.

En respuesta a las preguntas de CNN sobre la denegación de solicitudes de seguridad adicionales, un portavoz del Servicio Secreto explicó que la agencia realiza "modificaciones" cuando no se pueden proporcionar ciertos recursos.

"En algunos casos en los que no se proporcionaron unidades especializadas o recursos específicos del Servicio Secreto, la agencia hizo modificaciones para garantizar la seguridad del protegido", afirmó Anthony Guglielmi, jefe de comunicaciones del Servicio Secreto, en un comunicado. "Esto puede incluir la utilización de socios estatales o locales para proporcionar funciones especializadas o identificar alternativas para reducir la exposición pública del protegido".

Guglielmi añadió que las afirmaciones de que a Trump se le negaron solicitudes de seguridad adicionales específicamente para el mitin en Pensilvania eran falsas. "Esto es absolutamente falso. De hecho, añadimos recursos de protección, tecnología y capacidades como parte del aumento del ritmo de los viajes de campaña", escribió en X.

La directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, enfrenta una avalancha de preguntas sobre cómo un hombre armado pudo tener una línea de visión clara de Trump durante el mitin. Miembros del Congreso, incluido el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, han pedido su dimisión.

Cheatle probablemente enfrentará cuestionamientos sobre estos problemas de seguridad durante su testimonio esta semana ante varios comités del Congreso, en relación con los fallos que permitieron el intento de magnicidio.

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