La mayoría de los cubanos pudiera conocer la canción de “El Bobo de la Yuca”, popularizada por Benny Moré. El domingo, un innovador quiso darle a dicho alimento un destino peculiar que inspiraría a trovadores y juglares, durante un evento celebrado en La Habana.

Allí, mientras se promovía por segunda ocasión en menos de dos meses el consumo de casabe entre los cubanos, en medio de la atenazadora crisis de alimentos, el sujeto Raúl García presentó un helado de “catibía”, es decir, a partir de la masa de yuca rallada, prensada y exprimida.

La prensa oficialista local menciona el llamativo postre como parte del encuentro, donde los diferentes participantes compartieron y explicaron sus recetas, que tuvieron como soporte y vasija comestible el casabe.

El intercambio bautizado como “casabacha” estuvo organizado por la Mipyme Yucasabi, y contó con la participación de una representación de la Asociación Culinaria, el proyecto La moneda cubana y diseño de moda con motivos aborígenes.

Además, llevaron niños de dos escuelas primarias de La Habana Vieja para degustar las elaboraciones. “Son los que van a seguir produciendo y consumiendo casabe y están invitados aquí con mucho deseo de que aprendan sobre este plato tan antiguo, patrimonial, que seguramente ya vieron en la escuela y hoy queríamos muy especialmente que lo probaran”, comentó Yudisley Cruz, presidenta de Yucasabi.

“No solo queremos rescatar todo el valor patrimonial que tiene como de los platos más antiguos de nuestra cocina, sino también que se incorpore a la dieta diaria de todos nosotros, por todos esos valores que tiene como alimento sano”, agregó.

Madelaine Vázquez, del Movimiento de Alimentación Sostenible (MAS), consideró al casabe un alimento “limpio”, al provenir de la yuca, que en la época precolombina cultivaran los aborígenes. También resaltó que la yuca “no ha tenido que recorrer miles de kilómetros para llegar a nuestro país, por lo que es sostenible”.

La chef Alina Martell Reyes, presidenta de la Asociación Culinaria de La Habana, esgrimió que la elaboración de casabe parte de “nuestra cultura, nuestras tradiciones, nuestras raíces culinarias y nuestro patrimonio culinario”.

Durante el evento fueron presentados también platos de casabe con vegetales, pollo y dulces en almíbar, así como tortas rellenas con diferentes ingredientes, entre ellos, guayaba natural, conserva de guayaba, huevo y queso blanco.

La primera “casabacha” fue celebrada apenas a comienzos de diciembre. “Le hemos puesto casabacha, un nombre que no aparece en ningún lugar y es una iniciativa nuestra para trabajar el tema del casabe”, explicó Ángel Aguilera, fundador y coordinador general de la “iniciativa”.

En Cuba se ha extendido ya el uso de productos obtenidos a partir de la yuca, como la harina para elaborar panes y dulces.

Los aborígenes de la isla consumían el casabe, un alimento artesanal obtenido a partir de la raíz de la yuca, la cual se rallaba y exprimía en una manga de fibra (cibucán). Con la masa seca, se formaban tortas para cocerlas sobre discos de barro (burenes), colocados al fuego sobre tres piedras. 

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