La prensa oficialista de Cienfuegos calificó de “oportunistas” a los cocheros de esa ciudad, quienes han aumentado hasta el doble el precio para los pasajeros ante la crisis aguda de combustible en el país.

La opción de viajar en coche tirado por caballos es casi la única en la situación actual del transporte, pero el costo se ha encarecido. “Yo tomo un coche desde el parque Villuendas hasta el policlínico de Pueblo Griffo todas las mañanas”, explicó una enfermera de ese centro de salud al periódico 5 de Septiembre.

“Hasta hace unos días me costaba 10 pesos, pero ahora ha subido al doble, es decir, son 40 pesos de ida y vuelta, cuando regreso a casa en las tardes; sin embargo, el salario sigue igualito, no ha cambiado ni en un pesito”, lamentó.

Desde 2021, el salario mínimo de los cubanos quedó fijado en 2100 pesos por decisión del régimen comunista de La Habana, como parte de la malograda Tarea Ordenamiento. “Creí que los cocheros resultarían una ayuda, ahora que tenemos tantas dificultades para transportarnos, pero de eso nada”, dijo otro poblador de Pueblo Griffo, quien ratificó que el precio había aumentado el doble.

“Es el oportunismo a grado extremo”, denunció un cubano en una misiva al referido periódico. “¿Dónde están los inspectores? ¿Hasta cuándo se permitirá esto, si los salarios permanecen igual y, por otro lado, los coches no emplean combustible?, ¿cuál es la razón de este abuso de los cocheros con sus semejantes?”, cuestionaba otro.

“Sí, pero la gente no se da cuenta que todo sube, los sacos de hierba para dar de comer a los caballos, las gomas, llantas, y todo lo que lleva un coche también se ha encarecido, eso sin contar lo que necesitamos para mantener a las familias; todo cuesta un ‘congo'”, explicó uno de los cocheros que cubre la ruta Villuendas-Pueblo Griffo.

Sin embargo, el rotativo consideró el argumento como un “justificación injustificada”. “Es la justificación que se erige como respuesta a todas las subidas indiscriminadas en el frente privado, aunque el salario permanece igual, reiteramos, como igual se mantienen servicios públicos gratuitos y otras bondades de este país, para quienes abusan y no: Salud, Educación, Seguridad ciudadana”, esgrimió.

“A una verdadera carrera contra reloj se lanzan las personas que necesitan trasladarse desde diferentes puntos de la ciudad hasta sus trabajos o centros de estudios, cuando la puntualidad ha dejado de ser un medidor, porque usted sabe a qué hora sale de casa, pero resulta una incertidumbre la llegada, o retorno al hogar en las tardes, para enfrentarse a la cocina, el lugar donde verdaderamente los cubanos devenimos en magos del fogón y el plato”, lamenta la autora del artículo.

“Las crisis generan crisis, eso lo sabe­mos de sobra; pero que no sean de solidaridad, por favor”, concluye. El déficit de combustible y las insatisfacciones al respecto son tales que el régimen castrista anunció el martes su decisión de suspender el desfile multitudinario en la Plaza de la Revolución, en La Habana, por el Primero de Mayo.

Aunque se trata de un despliegue al que asisten incluso personas y organizaciones de otros países, que sirve como ventana propagandística de la supuesta complacencia de los obreros cubanos con el sistema político vigente, el gobierno se vio obligado a prescindir del tradicional acto que moviliza millones de personas según cifras oficiales. 

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