Una grave denuncia ha surgido desde Santiago de Cuba, donde la funeraria local no tiene capacidad para atender a los fallecidos. Yanelis Rodríguez Semanat, residente del Reparto Abel Santamaría, compartió su experiencia tras el fallecimiento de su tía, buscando hacer pública la situación crítica que enfrentan los servicios funerarios en la ciudad.

El lunes 17 de junio de 2024, la tía de Rodríguez Semanat falleció en el Hospital Clínico Quirúrgico a las 3:20 de la tarde. El proceso de papeleo y traslado del cuerpo se extendió hasta las 9:00 de la noche. Según Rodríguez, los vehículos utilizados para el traslado eran camionetas y pisicorres, ya que los coches fúnebres estaban fuera de servicio, en condiciones deplorables.

Rodríguez Semanat relata que, al llegar a la funeraria, fueron ubicados en el pasillo de la Sala I2 debido a la falta de espacio, con cadáveres colocados incluso en los pasillos. La falta de sillas disponibles llevó a los presentes a turnarse los asientos. La cafetería de la funeraria también estaba en mal estado, sin gas para preparar café, que ya no se repartía como antes, obligando a las personas a tomarlo allí mismo si había disponible.

La situación de las coronas funerarias fue igualmente precaria. Las coronas entregadas tenían flores secas y la entrega de nuevas coronas se retrasaba continuamente. Ni siquiera los proveedores privados podían satisfacer la demanda, afectada por un gran pedido relacionado con otro velorio.

Rodríguez también enfrentó incertidumbre sobre el lugar del entierro de su tía, ya que varios cuerpos esperaban capacidad en los cementerios. La funeraria estaba colapsada con 21 cuerpos a las 7:00 de la mañana y 29 cuerpos hacia las 10:00. Los familiares solicitaron enterrar a su tía en un cementerio cercano, pero se les informó que no había espacio disponible. Finalmente, su tía fue enterrada en el Cementerio de Icacos en Playa Siboney, a casi 20 kilómetros del centro de la ciudad.

Rodríguez concluye su relato lamentando la crisis que afecta los servicios necrológicos en Santiago de Cuba, donde los residentes de la provincia son los más perjudicados. La denuncia busca una rápida solución por parte de las autoridades locales, incluyendo a los Directivos de Servicios Comunales, el Gobierno y el Partido Comunista de Santiago de Cuba, encabezado por Beatriz Johnson Urrutia.

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