Liz Cuesta y su supuesta trayectoria académica: farsa construida a conveniencia del régimen
Redacción de CubitaNOW ~ martes 18 de febrero de 2025

La televisión oficialista cubana ha vuelto a protagonizar un acto de propaganda desvergonzada al presentar a Lis Cuesta Peraza, esposa del dictador Miguel Díaz-Canel, como "doctora en ciencias" y "organizadora de eventos culturales".
Y es que la falta de mérito académico real de Cuesta es evidente, y su supuesta trayectoria académica no es más que una farsa construida a conveniencia del régimen.
Cuesta Peraza, quien ha estado en la sombra de su esposo mientras ostenta una posición privilegiada dentro del aparato estatal, no cuenta con credenciales legítimas que la acrediten como doctora ni como experta en ningún ámbito académico serio.
Sin embargo, los medios oficialistas insisten en fabricarle títulos y competencias inexistentes, en un intento por darle una imagen de intelectualidad y liderazgo cultural que dista de la realidad.
El reciente programa "Cuadrando la Caja" fue el escenario en el que se escenificó esta farsa. Allí, entrevistada por Marxlenin Pérez, Cuesta se presentó como una erudita en "economía cultural", un término ambiguo que parece más una invención para justificar su presencia en la esfera pública que una disciplina académica real.
Su intervención estuvo plagada de frases hechas y clichés ideológicos que solo refuerzan el paternalismo estatal y la justificación de un modelo que ha fracasado rotundamente en todos los ámbitos, incluida la cultura.
Uno de los momentos más absurdos de la entrevista fue cuando Cuesta afirmó que "el socialismo garantiza la democratización de la cultura". Este discurso propagandístico ignora el hecho de que en Cuba la cultura está sometida a una censura férrea, donde los artistas que se apartan de la línea oficialista son perseguidos, silenciados y en muchos casos, obligados al exilio.
En un país donde el arte y la libertad de expresión están secuestrados por el régimen, hablar de "democratización de la cultura" es un insulto a la inteligencia de los cubanos.
El intento de maquillar a Cuesta como una figura académica y cultural contrasta con su verdadera imagen: la de una funcionaria sin mérito, sostenida por los privilegios del poder y la complicidad de los medios de comunicación estatales. Su participación en eventos internacionales, donde se le ve disfrutando de lujos inaccesibles para la mayoría de los cubanos, revela su hipocresía y su desconexión total con la realidad del pueblo.
Es evidente que Lis Cuesta no ha alcanzado sus supuestos títulos por esfuerzo o mérito propio, sino que estos le han sido otorgados como parte de la estrategia del régimen para dotar de legitimidad a una élite que se aferra al poder a toda costa.
La farsa de la "doctora en ciencias" es solo una más en el largo historial de manipulaciones con las que el gobierno cubano pretende engañar a su pueblo.
Mientras los medios oficialistas continúan promoviendo esta imagen falsa de Cuesta, la realidad es que su única credencial auténtica es ser la esposa de un dictador. Su discurso vacío y sus títulos regalados no logran ocultar la verdad: en un país donde el talento y el esfuerzo son relegados a un segundo plano frente al amiguismo y la manipulación política, la cultura sigue siendo rehén del poder.