La periodista independiente Luz Escobar, del diario 14yMedio, llegó a España con sus hijas y su pareja, el artista Julio Llópiz-Casal, para recibir este miércoles, en Madrid, el Premio Internacional de Periodismo de El Mundo.

Escobar se sorprendió de que las autoridades cubanas le permitieran la salida, después de un asedio hasta el propio aeropuerto José Martí en La Habana y de una "inspección de rutina" al tratarse de un personaje de “interés estatal”.

El referido diario español preguntó a Escobar si había experimentado la libertad ahora en Madrid, a lo cual ella respondió: “Es una cosa un poco rara, pero yo pago el precio de comportarme como una persona libre en Cuba. Te quitan la libertad porque actúas como una persona libre y yo me siento libre”.

“Lo pago con un tipo que se para en la puerta de mi casa, con arrestos arbitrarios, con persecución, con hostigamiento... Ese es el precio que estoy pagando por ser libre. Conozco el sabor de la libertad y he pagado un precio por él”, dijo. “Pero es criminal tener que pagar un precio por la libertad, algo tan básico”, agregó.

La publicación también quiso saber su opinión de la crisis y el éxodo de cubanos generado por la misma. “Cuba ha vivido otras crisis, igual de agudas e incluso peores, pero que no abarcaban todos los puntos de la sociedad, porque eran épocas en las que sectores económicos estaban caóticos, pero conservaban un sistema educacional, un sistema de salud... Pero éste no el caso hoy, ya no hay garantía de que tus hijos vayan a la escuela, de que vayas a un hospital y te cures. Todo esto ha generado una incertidumbre muy grande en la sociedad y por eso están emigrando”, explicó.

“(…) Ahora es en todos los niveles de la sociedad, todo el mundo busca la manera de irse: el que tiene dinero se compra el pasaje y se va, el que no tiene dinero vende su casa, el que no tiene casa busca una alternativa... Es increíble. Los que no ven un chance por ningún lado se tiran al mar en una balsa. La travesía por tierra, cuando se compran un pasaje a Nicaragua, también es muy dura, una estafa absoluta porque antes costaba 400 dólares y ahora cuesta 4000 dólares el avión a Nicaragua”, detalló.

En cuanto a su decisión personal, admitió que, en las circunstancias actuales, no tenía fecha de regreso fijada a la isla. Por primera vez, se planteó la idea de salir tras los sucesos del 11J, que terminaron “apagando esa esperanza de que una articulación ciudadana pudiera tener un reflejo en las calles, porque el reflejo en las calles llegó sin articulación ciudadana y fue apagado por la represión del gobierno a golpes, a palos, con disparos, largas condenas, incluso la muerte”.

“Desde entonces, salir de Cuba es algo que tengo en mi horizonte. No tengo ningún apuro por volver a Cuba. La situación es caótica, no sólo para hacer periodismo, porque siempre hemos hecho periodismo en situaciones de extrema contingencia. Sobre todo, para la vida cotidiana y para el activismo que pueda cambiar la sociedad. No sólo queremos cambiar al presidente Miguel Díaz-Canel, queremos que cambie el sistema, que es lo que tiene al país sumido en la miseria”, añadió.

Escobar ha sufrido por años el asedio de la Seguridad del Estado, con múltiples detenciones domiciliarias y agentes apostados en las afueras de su domicilio para impedirle salir a la calle. La reportera también estuvo “regulada” por el gobierno cubano, lo que significa que no podía viajar al extranjero. 

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