El periodista cubano Mario Luis Reyes lamentó la impunidad de la que parece disfrutar el trovador oficialista Fernando Bécquer luego de las múltiples denuncias de agresión sexual contra el artista, publicadas hace casi un año.

Reyes es autor del texto donde aparecieron los primeros testimonios de las víctimas del músico, en la revista independiente El Estornudo. A través de sus redes sociales, el reportero expuso que Bécquer le había enviado un mensaje, como había hecho antes con mujeres que lo denunciaron o condenaron los hechos.

“Nueve meses después de la publicación en El Estornudo de las primeras cinco denuncias realizadas por mujeres que fueron abusadas sexualmente por Fernando Bécquer, nueve meses después de que le escribí por primera vez notificándoselo y ofreciéndole derecho a réplica, seis meses después de que le escribí por segunda vez con el mismo propósito luego de que otras 16 mujeres decidieran hacer público su testimonio contra él, al fin se pone en contacto conmigo”, escribió el joven.

“Antes ofendió, amenazó y desafió por la misma vía a cuánta mujer víctima de sus agresiones, a cuánta mujer feminista y a cuánta mujer sorora se encontró por el camino. Entre ellas, a mi madre. Yo fui el último y el menos importante, esta denuncia no va de mí ni de lo que me escribió, sino de la impunidad que disfruta en Cuba este agresor sexual”, agregó.

Reyes explicó que, tras la publicación del artículo, que generó gran polémica, decidió tomar distancia “para que no pareciera un tema personal”, asegurando que no lo era. “Lo que me enfrenta a Fernando Bécquer y a cuanto hombre realice este tipo de prácticas es un asco profundo y un tema de justicia elemental, como lo es que acabe de ser juzgado y condenado por sus acciones”, dijo.

“Si algo debe saber Fernando Bécquer es que yo sé demasiadas cosas sobre lo que hizo, muchas más de las que hay publicadas. Dice que me pagan por esto y me da gracia. ¿A quién le importaba Fernando Bécquer antes de que se supiera que es un depredador sexual?”, advirtió.

En el mensaje que envió el trovador al periodista, lo acusa de haber recibido dinero por el texto, un señalamiento común de los defensores del régimen comunista de La Habana y del propio gobierno contra la prensa independiente para deslegitimar la validez de su información.

“Mira tú, quién diría que un insípido rubio que a veces me tropezaba en el Parque de G, me daría tanta publicidad”, le escribió el trovador.  “Del mensaje que me envió me llamó la atención especialmente que se acuerde de mí, cuando yo tendría 16 o 17 años y nos veíamos en el Parque de G, época en que se acercaba a mi grupo de amigos y nos cantaba canciones de Pedro Luis Ferrer”, confirmó el periodista.

“Espero que como mismo se acuerda de mí (…) se acuerde de esas amigas mías de las que abusó en esos años, siendo ellas menores de edad”, escribió. Por otro lado, Reyes cuestionó el papel de las organizaciones estatales que supuestamente debían proteger a las mujeres en el país.

“No sé qué está haciendo el Cenesex y la Federación de Mujeres Cubanas, que salieron muy ofendides a defenderse luego de la publicación de las denuncias en El Estornudo, pero casi un año después no han dado seguimiento, al menos públicamente, al caso. Tampoco lo ha hecho la prensa oficial cubana, y así quieren que les crean”, expuso.

“Quiero reiterar toda mi solidaridad a las víctimas del trovador y a las demás mujeres cubanas que las han apoyado y han recibido mensajes como este por ello. Toda mi admiración a las 21 testimoniates, porque están entre las personas más valientes con que he tenido la suerte de toparme alguna vez. También mis respetos a las activistas feministas, psicólogas, juristas y demás personas que han acompañado este caso desde entonces”, concluyó.

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