El gobierno de Perú anunció este viernes la salida del embajador cubano Carlos Zamora Rodríguez, conocido como “El Gallo”, tras una reunión entre el diplomático y el viceministro de Relaciones Exteriores, Félix Denegri. La decisión marca un nuevo episodio de tensión en las relaciones entre Lima y La Habana.

Según un comunicado oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores, ambas partes sostuvieron un encuentro en el que se revisó la gestión del embajador en el país. Posteriormente, la Cancillería informó que se dio por concluido su mandato diplomático y que Zamora ya abandonó el territorio nacional.

Aunque el documento no especifica las razones exactas detrás de la medida, fuentes cercanas al Ejecutivo indicaron que la decisión se tomó “por motivos de conveniencia nacional”. La salida del representante cubano ocurre en medio de un clima político sensible y de recurrentes cuestionamientos desde sectores del Congreso peruano por su presunta injerencia en asuntos internos.

Desde su llegada a Lima, Carlos Zamora fue objeto de críticas de parlamentarios y organizaciones civiles, que lo acusaron de promover actividades de apoyo al régimen cubano y de influir en movimientos sociales locales. En 2022, su nombre volvió a la polémica tras conocerse una reunión privada con el entonces ministro del Interior, Willy Huerta, lo que generó suspicacias sobre su papel en la política interna peruana.

Zamora, un experimentado diplomático con trayectoria en América Latina, había sido designado embajador en Perú durante el gobierno de Miguel Díaz-Canel, con la misión de fortalecer los lazos políticos y económicos entre ambos países. Sin embargo, su gestión se vio empañada por las reiteradas denuncias de proselitismo político y por su activa participación en eventos organizados por grupos afines a La Habana.

El gobierno peruano, encabezado por José Jerí, no ha confirmado si se convocará al embajador peruano en La Habana para consultas ni si se prevé un reemplazo inmediato. Por el momento, las funciones diplomáticas quedarán a cargo del encargado de negocios en la sede consular.

Desde Cuba, las autoridades no han emitido una respuesta oficial, aunque medios estatales se limitaron a mencionar que Zamora “culminó su misión en Lima”. Analistas consideran que la decisión del Ejecutivo peruano podría enfriar las relaciones bilaterales, que en los últimos años se han mantenido en un equilibrio inestable debido a diferencias ideológicas y denuncias de espionaje político.

La salida de Zamora también ha sido interpretada como una señal del gobierno de Jerí de distanciamiento respecto al eje de influencia cubana en la región. Fuentes diplomáticas destacaron que Lima busca reforzar su posición independiente en materia de política exterior y evitar posibles interferencias de gobiernos aliados a La Habana.

(Con información de La República)

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