Un nuevo video protagonizado por Sandro Castro, nieto del fallecido expresidente cubano Fidel Castro, circula en redes sociales desde este fin de semana.

En la grabación, se ve a Sandro junto a un grupo de amigos disfrutando de un atardecer en la playa.

Todos se muestran bailando, bebiendo cervezas de la marca Cristal —a las que se refieren como “Cristach”— y coreando entre risas frases como “¡viva la tortilla!” y “¡con la Cristach y el Vampirach!”.

El video ha generado reacciones diversas en plataformas como TikTok, Facebook e Instagram, donde los usuarios destacan la frase “vampirach” en referencia a uno de los acompañantes, mientras que otros comentan con ironía sobre el ambiente relajado de la escena.

La usuaria @laralp, quien difundió el material originalmente, subtituló el clip con frases como “Al final sí fue a la playa, con la Cristach y la tortillach” y “Qué punto me salió la necia”.

Sandro Castro no es ajeno a la polémica en redes.

En 2021, se volvió viral por publicar videos conduciendo autos de lujo en La Habana y hablando sobre su afición por la velocidad y los “carros potentes”, en medio de la escasez generalizada de transporte y combustible en el país.

El nieto de Fidel Castro— ha mantenido una presencia intermitente en redes sociales, donde suele mostrar un estilo de vida considerado alejado de las carencias de la mayoría de la población cubana.

El video actual ha resurgido junto al recuerdo de las declaraciones de Gerardo Hernández Nordelo, uno de los cinco agentes cubanos condenados en Estados Unidos por espionaje y actual coordinador nacional de los Comités de Defensa (CDR). Hernández Nordelo afirmó públicamente que Sandro Castro “no es revolucionario”, luego de una serie de publicaciones del joven que fueron consideradas contradictorias con los principios del oficialismo cubano.

Sandro suele resultar incómodo principalmente para el gobierno y los sectores oficialistas, porque expone con desenfado una vida de privilegios que contradice el discurso de austeridad, sacrificio y “igualdad” que promueve el régimen.

Su actitud no necesariamente desacredita al pueblo —más bien lo indigna o lo divierte—, pero sí desacredita al sistema que lo protege mientras él exhibe lujos o se burla abiertamente de las críticas, como en este caso con Gerardo Hernández.

Hasta el momento, Sandro Castro no ha respondido a los comentarios ni ha ofrecido declaraciones sobre el video reciente. Tampoco se ha emitido ningún pronunciamiento oficial desde medios estatales o instituciones gubernamentales.

El contenido continúa replicándose en diversas cuentas que monitorean figuras públicas y contenido viral en Cuba, lo que vuelve a colocar a Sandro Castro en el centro de la conversación digital dentro y fuera de la isla.

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