Un caso de abuso infantil en Sunny Isles Beach, Florida, llegó a su desenlace judicial tras la declaración de culpabilidad de Andrei Sevastianov, un hombre de 37 años y de origen ruso, acusado de golpear a su hija de apenas dos años.

El proceso contra Sevastianov comenzó meses atrás, cuando la policía recibió una llamada anónima alertando sobre un posible caso de maltrato en un condominio ubicado en Collins Avenue. Al acudir al lugar, los oficiales accedieron a videos de vigilancia que mostraban escenas de violencia ejercida por el padre contra la niña.

Las imágenes captaron cómo el acusado sacaba bruscamente a la menor del área de la piscina, la envolvía de forma violenta con una toalla y golpeaba su cabeza contra su hombro. Testigos también reportaron que la niña fue dejada caer en repetidas ocasiones, pateada y sujetada con fuerza mientras agitaba sus brazos en señal de desesperación.

“Cuando las personas vean este video quedarán tan asombradas como yo. Es difícil imaginar que un padre pueda tratar a su propia hija de esta manera”, expresó en su momento la vocera de la policía local al describir el material de prueba.

Inicialmente, Sevastianov enfrentó cargos por abuso infantil agravado y resistencia violenta al arresto. Tras ser detenido en mayo, pasó más de 100 días en la cárcel del condado de Miami-Dade, lo que le permitió recibir crédito por tiempo cumplido dentro de la sentencia.

El acuerdo alcanzado con la fiscalía establece que Sevastianov cumplirá dos años de arresto domiciliario, seguidos de cinco años de libertad condicional. Además, deberá completar programas de manejo de la ira y crianza responsable, bajo la supervisión del Departamento de Niños y Familias de Florida.

El tribunal también permitió que mantenga contacto con su hija, aunque bajo la estricta condición de no hacerle daño y cumplir con todas las medidas impuestas.

Con esta declaración, Sevastianov se convierte en delincuente convicto, lo que deja un precedente en su historial judicial y limita sus derechos legales en el futuro.

El caso ha generado indignación en la comunidad, no solo por la brutalidad de las imágenes registradas en video, sino también por el hecho de que la víctima sea una niña de apenas dos años. Organizaciones de protección infantil en Florida han insistido en la necesidad de reforzar las campañas de concientización para prevenir situaciones similares y fomentar la denuncia ciudadana.

Las autoridades reiteraron que cualquier persona que sospeche de un caso de maltrato infantil debe reportarlo de inmediato, ya que la intervención temprana puede salvar vidas y evitar tragedias mayores.

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