Padre e hijo luchan por sobrevivir en La Lisa
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 24 de diciembre de 2025
En pleno corazón de La Lisa, La Habana, una familia enfrenta una lucha que va más allá de lo imaginable. Armando López Reyes, un joven que convive con VIH y una grave infección cerebral, intenta cuidar de su padre, un hombre de 70 años que padece Alzheimer y demencia. Su historia no es un titular de noticias políticas ni un escándalo mediático; es la cruda evidencia de cómo el hambre y la falta de atención médica pueden devastar la vida de cualquier ciudadano.
El hogar de Armando y su padre refleja el abandono más absoluto: un refrigerador oxidado y vacío, un colchón en el suelo, y la bodega estatal local completamente desabastecida. Las imágenes recibidas por Reporte Cuba Ya muestran estantes vacíos y rejas cerradas, un reflejo de la impotencia de miles de cubanos que dependen de un sistema que ya no cumple con lo esencial.
Lo más alarmante es que esta familia no solo sufre hambre, sino también un desamparo sanitario grave. La farmacia cercana carece de medicinas, y para sobrevivir han tenido que recurrir a fármacos vencidos donados por la Iglesia Católica. Armando confiesa con dolor que su mayor angustia es ver a su padre sufrir hambre mientras él mismo lucha por mantenerse vivo.
Los vecinos y conocidos intentan ayudar como pueden, pero la situación evidencia la ausencia de apoyo oficial. Los trabajadores sociales, cuya función debería ser atender a los más vulnerables, parecen ausentes, dejando a personas enfermas y ancianos en completa vulnerabilidad. Cada comentario recibido en redes sociales refleja indignación, tristeza y desesperanza, pues casos como este no son excepcionales, sino parte de una realidad que se repite en numerosos hogares cubanos.
La situación plantea preguntas difíciles: ¿cómo puede un país que se autodenomina “potencia médica” permitir que dos seres humanos dependan de medicinas vencidas y alimentos escasos para sobrevivir? ¿Dónde están las instituciones encargadas de proteger a los más frágiles? Esta familia no pide lujo ni privilegios, solo acceso a lo más básico para vivir con dignidad.
Mientras tanto, miles de cubanos observan impotentes cómo la miseria y la escasez se convierten en una constante. La historia de Armando y su padre es un grito silencioso que exige atención urgente, solidaridad ciudadana y respuestas reales de las autoridades. La vida de estas personas pende de la caridad y del azar, un recordatorio doloroso de que la supervivencia en Cuba se ha transformado en una batalla diaria, donde el hambre y el desamparo se imponen sobre la esperanza.
Fuente: Reporte Cuba Ya