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Otra promesa rota del régimen iraní: cierran metro de Teherán, cero refugio antiaéreo

Redacción de CubitaNOW ~ lunes 16 de junio de 2025

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En medio del creciente conflicto con Israel, el régimen iraní prometió que el metro de Teherán permanecería abierto las 24 horas del día para servir como refugio antiaéreo. La medida fue presentada como una solución humanitaria para proteger a la población civil de los ataques aéreos.

Sin embargo, múltiples reportes de ciudadanos y medios internacionales han confirmado que esta promesa fue una falsedad: las estaciones siguen cerrando a las 10:30 p. m., dejando a miles de personas sin resguardo en las horas más peligrosas de la noche.

Esta contradicción es solo una muestra más del doble discurso del régimen iraní. Mientras públicamente anuncia aperturas “estratégicas” del metro y de mezquitas para enfrentar ataques israelíes —como informa el reciente reporte de Europa Press titulado “Teherán abre el metro y sus mezquitas como refugio en medio de nuevos ataques israelíes a la capital iraní”—, la realidad es que esas medidas no se sostienen en el tiempo ni son accesibles para todos los ciudadanos. Esa aparente apertura responde más a una campaña de imagen que a una política efectiva de protección civil.

"Una vez más, la mentira y el control priman sobre la protección y el bienestar del pueblo", denuncian voces disidentes. En la práctica, las autoridades iraníes hacen anuncios grandilocuentes para calmar la presión interna e internacional, pero las acciones concretas son limitadas, descoordinadas o francamente inexistentes. La situación se torna aún más crítica cuando las fuerzas de seguridad del propio régimen confirman varios heridos por ataques recientes, como el ocurrido contra la sede de la Policía en Teherán. ¿Dónde estaba entonces la supuesta red de refugios abiertos?

“Las dictaduras religiosas como la iraní venden promesas de salvación mientras condenan a su pueblo a la incertidumbre”, opinan analistas internacionales. La apertura parcial del metro o de algunas mezquitas no sustituye una red real de protección ni representa un cambio estructural. Es solo una fachada para seguir sosteniendo el mito de un régimen fuerte y paternalista, cuando en realidad su propia población queda desamparada frente al fuego cruzado.

El caso del metro de Teherán ilustra perfectamente este patrón: propaganda oficial, promesas vacías, y una población civil atrapada entre la guerra externa y la negligencia interna. La contradicción entre lo que se anuncia y lo que se vive revela la esencia de un régimen más preocupado por su imagen que por la vida de sus ciudadanos.

Fuente: Europ Press


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