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'No es la política la que apesta, son los políticos que la ensucian' Ulises Toirac

Redacción de CubitaNOW ~ martes 28 de octubre de 2025

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No es que la política sea un asco. Es el ejercicio de la política el que, con frecuencia, termina siendo asqueroso. Lo decía con claridad Ulises Toirac: la política es un arte, pero muchos de los que la practican la han convertido en una estafa moral.

Porque la política, en su esencia, no nació para dividir ni manipular, sino para servir, para construir puentes donde otros levantan muros. Pero el problema no es el concepto, sino los personajes que lo secuestran. Esos que prometen cambios mientras hacen del poder un negocio personal. Los que, desde la izquierda, la derecha o el centro, solo buscan vivir del cuento.

Gabriel Villaboy Llana lo resumió magistralmente: “No confundir el arte de la política con el usurpador de ese arte.” Y es que, en Cuba —como en tantos otros lugares— lo que menos se ve es un verdadero ejercicio político. No hay diálogo, no hay visión, no hay humanidad. Solo una maquinaria oxidada que se sostiene a base de discursos vacíos y represión emocional.

El político verdadero debería tener empatía, inteligencia y vocación de servicio. Debería entender el dolor del pueblo, no usarlo como trampolín. Pero lo que abunda son halcones de cuello blanco que sobreviven a costa del sacrificio de millones. No les duele el hambre, ni la escasez, ni el exilio de un pueblo entero. Solo les duele perder privilegios.

Cuba necesita, más que consignas, una refundación ética. Que el pueblo despierte de este ciclo interminable de promesas rotas. Porque todo llega. Como dice Villaboy, “ya les llegará su Melissa”, ese huracán de justicia que arrase con la mentira y la desidia.

La política debería ser el arte de construir futuro, no de sostener ruinas. Pero mientras sigan los mismos elefantes pisando las flores, el arte seguirá escondido, esperando su momento para volver a brillar.

Hoy más que nunca, la esperanza está en quienes no se rinden. En quienes, desde la palabra, el humor o la reflexión, siguen recordándonos que Cuba no son ellos: Cuba somos nosotros.

Del perfil de Ulises Toirac


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