Un niño cubano sobrevivió a una mortífera descarga eléctrica de 13 kilovoltios (13 000) voltios, luego de hacer contacto con una línea de alta tensión en Sancti Spíritus.

Yoelvis García Aldereguía, de 11 años, intentó espantar a una paloma posada en el cable, utilizando un alambrón con un gancho en la punta, de los empleados para cazar cangrejos en la isla. Se acercó al borde de la placa donde jugaba, con el propósito de ahuyentar al ave, pero, al tocar la línea de alta tensión con el metal, sufrió la poderosa descarga.

El impacto lo lanzó hacia atrás. Perdió el conocimiento, aunque afortunadamente quedó tendido encima del techo y no cayó al suelo desde la altura, lo que hubiera provocado males mayores, refiere la prensa oficialista local.

“Solo recuerdo que desperté muy asustado y al verme las manos quemadas casi me desmayo de nuevo. Empecé a llorar y no sabía qué hacer, hasta que vinieron por mí. Entonces me bajan y me llevan pa’ la casa y casi me muero cuando vi la cara de mi mamá”, dijo al periódico Escambray.

“Nunca más lo haré, ya aprendí la lección. Ese día el amiguito que jugaba conmigo en la placa me dijo que tuviera cuidado, pero yo no hice caso. Quiero agradecer a los médicos y enfermeras del Pediátrico que me han cuidado como si yo fuera un hijo”, agregó.

La madre del menor, Naisa Aldereguía Fabelo, recordó el momento en que le dieron la noticia. “Me avisan que el niño había tenido un accidente y me lo traen caminando. Yo estaba en la casa y enseguida salimos corriendo para el hospital de Yaguajay y de ahí nos remitieron para el Pediátrico de Sancti Spíritus dada las quemaduras en manos y pies. Pero es una de las manos la que más malita tiene”, lamenta.

Dice haber gritado tanto que temió quedarse sin voz. “Solté el teléfono, dejé todo a medio hacer y casi me desmayo”. El niño es sobreviviente de manera milagros, pues una descarga como la que recibió podría ocasionar en las personas —menores y adultos— una parada cardiorrespiratoria o tener otras graves consecuencias.

El Anuario Estadístico de Salud de 2019 de Cuba, ubicó los contactos con electricidad entre las cinco razones más comunes de accidentes en el país, con una morbilidad del 51 por ciento. “Estos hechos ocurren con cierta frecuencia a pesar de la propaganda realizada por la Unión Nacional Eléctrica sobre cómo evitar los riesgos de contacto eléctrico”, comentó Luis Ángel Rabelo Raya, especialista principal de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Empresa Eléctrica Sancti Spíritus.

Según el referido medio, en este año han sido registrados en el país 20 accidentes de este tipo entre la población, de los cuales dos son evaluados con lesiones leves, ocho con lesiones graves y 10 fallecidos. “Dichos accidentes son lamentables y más cuando pueden ser evitados, ya sea por la irresponsabilidad de algunos individuos o la simple percepción de riesgo, algo de lo que carecen los niños”, subrayó el especialista.

Entre los principales daños que ocasiona la corriente al atravesar el cuerpo humano se encuentran las quemaduras térmicas por el contacto con la fuente, destrucción de músculos, nervios y tejidos; además del latente riesgo de lesión tras la caída, como consecuencia del shock.

“Se trata de un niño que tiene mucha suerte de estar vivo. Llegó remitido desde Yaguajay con el diagnóstico de quemaduras por alta tensión y te repito, es muy afortunado, ya que este tipo de eventos provocan incluso daños neurológicos y renales”, dijo la doctora Idania Manso Álvarez, al frente del cuidado de Yoelvis en el Hospital Pediátrico.

“Yoelvis sufrió en sus manos quemaduras que no comprometieron ni la parte ósea, ni la parte vascular. Fue valorado especialistas en Ortopedia y en Angiología y se le realizan curas diarias en el servicio de quemados. Todos confirman que no padecerá secuela alguna”, explicó.

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