‘Ningún “mercenario” haría algo así’, cubano sale en defensa del Movimiento San Isidro
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 22 de noviembre de 2020
El crítico cinematográfico cubano Juan Antonio García ha decidido poner los puntos sobre las íes y ha decidido dar una mirada a lo que por estos días están protagonizando varios integrantes del Movimiento San Isidro en La Habana.
Después de que jóvenes que pertenecen a dicho grupo comenzaran acciones pacíficas que desencadenaron en una huelga de hambre, el silencio de la prensa oficialista cubana se ha hecho presente.
Están en riesgo muchas vidas, solo piden la liberación del joven opositor Denis Solís y el cierre de las tiendas en Moneda Libremente Convertible.
Lo hacen desde la propia sede del Movimiento, pero la policía política y Agentes de la Seguridad del Estado los tienen sitiados, se roban la ayuda, el dinero, el agua o la comida que cualquiera intente llevarle.
Pero la prensa estatal calla y justo de eso va este texto de García que compartimos, de manera íntegra, a continuación:
He estado esperando algún tipo de información oficial sobre lo que, a través de las redes, se comenta una y otra vez. Pero no, el gobierno no se pronuncia. Por lo que, en casos así, uno no tiene más remedio que ponerse en la piel de ese grupo de personas que, en San Isidro, se ha declarado en huelga de hambre y sed, con el fin de reclamar lo que entienden son sus derechos.
Podría hacerme como el que no se entera. Seguir escribiendo sobre cine, sobre mi premio en la revista Temas, sobre la reciente muerte de una actriz a la que admiraba (sigo admirando) mucho.
Pero no me perdonaría no alertar sobre el peligro de muerte que corren ahora mismo un grupo de personas que no conozco, y que probablemente no piensen de la misma manera que pienso yo, pero que son seres humanos. Así, sin apellidos, sin etiquetas ideológicas ni camisas políticas: seres humanos.
Siento un enorme respeto por aquellas personas que deciden sacrificar de ese modo sus vidas en nombre de sus ideales y su libertad individual. No tiene que ver con la simpatía, que es otra cosa.
Para empezar, son pocos los individuos que en el mundo asumen acciones de ese tipo: ningún “mercenario”, debemos dejarlo claro, haría algo así.
Yo tampoco lo haría, pero por razones diferentes: creo que para cambiar las cosas que se tienen que cambiar hay que, ante todo, estar vivos. Y más en estos tiempos donde lo que hoy es una noticia viral se olvida de modo escandaloso en menos de una semana, quedando todo peor de lo que estaba antes.
Para mí la vida es patinar todo el tiempo sobre una guillotina que, al final del juego, sabemos nos corta la cabeza. Nadie sale ileso. Pero lo que vale es la intensidad de ese juego donde jamás deberíamos entregar de modo pasivo la cabeza.
Así que ahora mismo estoy allí en San Isidro, junto a ese grupo de personas, pero no alentándolos a que mueran, sino a que vivan, y sigan defendiendo sus derechos.