México, el nuevo salvavidas de la dictadura cubana: 3 mil millones de dólares en petróleo subsidiado
Redacción de CubitaNOW ~ martes 14 de octubre de 2025

El Gobierno de México, bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum, ha intensificado de manera alarmante el apoyo energético al régimen cubano, triplicando los envíos de petróleo y derivados a la isla entre mayo y agosto de 2025. En apenas cuatro meses, los embarques alcanzaron un valor de 3,000 millones de dólares —alrededor de 60 mil millones de pesos mexicanos—, una cifra que supera con creces todo lo enviado durante los dos últimos años del mandato de Andrés Manuel López Obrador, que ascendió a 1,000 millones de dólares.
De acuerdo con una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), los envíos se realizan a través de la empresa Gasolinas Bienestar, S.A. de C.V., filial de Pemex creada en 2022 específicamente para suministrar combustible a Cuba. En tan solo cuatro meses, se registraron 58 cargamentos de hidrocarburos, la mayoría con salida desde el puerto de Coatzacoalcos, Veracruz, y en menor medida desde Tampico, Tamaulipas.
El combustible, que incluye petróleo crudo, diésel, turbosina y gasolina, ha sido recibido por la empresa estatal cubana Coreydan S.A., vinculada directamente con CUPET (Unión Cuba-Petróleo), brazo petrolero del régimen de La Habana. En algunos casos, incluso la Secretaría de Relaciones Exteriores de México figura como importadora, lo que confirma la naturaleza política del apoyo.
Uno de los elementos más controversiales es la participación del buque cubano Sandino, sancionado por Estados Unidos desde 2019 e incluido en la lista negra OFAC del Departamento del Tesoro por transportar petróleo venezolano hacia Cuba. Según MCCI, el Sandino zarpó el 20 de agosto desde la terminal de Pemex en la Laguna de Pajaritos (Coatzacoalcos) y arribó una semana después a la refinería Camilo Cienfuegos, en el centro-sur de Cuba.
El uso de embarcaciones sancionadas, como el Sandino y el Ocean Mariner (bandera de Liberia), coloca a México en una situación diplomática delicada. Cualquier transacción con empresas o personas incluidas en la lista OFAC puede acarrear sanciones económicas y financieras internacionales, lo que pondría en riesgo las relaciones del país con Estados Unidos y sus aliados.
A pesar de las advertencias, el flujo de combustible no ha cesado. En julio, el monto de los envíos alcanzó un récord de 1,425 millones de dólares, equivalente a más de 28 mil millones de pesos, cifra superior incluso al presupuesto federal destinado ese año a la conservación y mantenimiento de carreteras.
La magnitud de la ayuda a Cuba resulta escandalosa cuando se contrasta con la situación financiera de Pemex, que reporta un endeudamiento histórico y pérdidas multimillonarias. En su primer año de operaciones, Gasolinas Bienestar registró un déficit de 324 millones de dólares, derivados del combustible regalado al régimen cubano. Este subsidio energético no solo agrava el colapso económico de la empresa estatal, sino que desvía recursos que podrían emplearse en sectores críticos dentro de México.
Para dimensionar el costo de esta política, los 60 mil millones de pesos enviados en petróleo subsidiado equivalen al presupuesto total proyectado en 2026 para la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, o cuatro veces el presupuesto destinado a la Fiscalía General de la República para la persecución de delitos federales. Es también una suma que cuadruplica los fondos asignados al Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) para infraestructura educativa básica en todo el país.
La presidenta Sheinbaum, quien ha reiterado su compromiso con la política exterior “humanista” iniciada por López Obrador, enfrenta crecientes críticas por financiar a una dictadura que mantiene a millones de cubanos en la pobreza y sin libertades. Organizaciones de derechos humanos y analistas internacionales coinciden en que el combustible mexicano se utiliza no solo para el consumo civil, sino también para mantener operativo el aparato represivo del Estado cubano.
La ayuda energética a Cuba, disfrazada de cooperación solidaria, se ha convertido en una forma indirecta de sostener económicamente al régimen de Miguel Díaz-Canel, mientras el pueblo cubano enfrenta apagones diarios, inflación descontrolada y un éxodo masivo. En la práctica, México actúa como el principal proveedor externo de combustible de la isla, ocupando el rol que en otros tiempos desempeñaron la Unión Soviética y Venezuela.
La situación ha despertado preocupación en círculos diplomáticos y empresariales, que temen que México pueda ser señalado por violar disposiciones internacionales al colaborar con entidades sancionadas por Estados Unidos. Además, este flujo de recursos ocurre mientras Pemex enfrenta una crisis de producción, una deuda que supera los 100 mil millones de dólares y advertencias constantes sobre su viabilidad financiera.
Lejos de ser un acto de solidaridad, el envío de petróleo a Cuba constituye un subsidio político costoso y sin transparencia, que erosiona las finanzas públicas mexicanas para sostener a una dictadura en crisis. Mientras el pueblo mexicano lidia con problemas de inseguridad, inflación y falta de recursos en áreas esenciales, el gobierno de Sheinbaum destina miles de millones de dólares para apuntalar a un régimen autoritario que reprime a su propio pueblo.
En palabras de analistas de MCCI, “Pemex se desangra para regalar petróleo”, y lo hace con el aval del Estado mexicano. El costo de esa política no solo se mide en dólares, sino en credibilidad, soberanía y moral política: México, que debería ser un referente democrático en la región, ha optado por financiar la permanencia de una de las dictaduras más longevas del continente.
Fuente: Mexicanos contra la corrupción y la impunidad