Un cocodrilo cubano macho de 10 años de edad en el Zoológico Nacional y el Instituto de Biología de la Conservación (NZCBI) del Smithsonian murió a causa de una presunta lesión eléctrica sufrida en su hábitat interior, informó el pasado jueves el zoológico de Estados Unidos.

El ejemplar había nacido en NZCBI en 2012 como parte de un programa de reproducción para la especie. El informe final de patología confirmará la causa de la muerte.

En la madrugada del 17 de diciembre, el personal del Reptile Discovery Center descubrió al cocodrilo cubano fallecido en su recinto. El personal dedujo que el cocodrilo se sintió atraído por un tomacorriente de reemplazo y atacó la infraestructura eléctrica en el hábitat. La nueva salida estaba aproximadamente a 4,5 pies del suelo, más alta que la salida original, detalló el comunicado de prensa.

El cocodrilo, conocido por su comportamiento agresivo, arrancó el equipo eléctrico de la pared y mordió varias piezas.

Como parte de los procedimientos regulares de seguridad de las instalaciones, el personal realiza inspecciones de integridad de las exhibiciones varias veces al día. La última inspección del hábitat se realizó el 16 de diciembre al cierre. No se observaron áreas de preocupación y el circuito eléctrico estaba intacto.

El animal había estado viviendo en este hábitat sin incidentes durante varios años. La exhibición pasó una inspección de acreditación por parte de la Asociación de Zoológicos y Acuarios en 2018.

El zoológico continuará su investigación del incidente. Con efecto inmediato, el zoológico está instalando interruptores eléctricos redundantes en todo el edificio para evitar que se repita el incidente. No hay planes para poner un animal en el recinto en el futuro previsible.

Esta especie de cocodrilo se encuentra solo en un rango limitado en Cuba.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza clasifica al cocodrilo cubano como en peligro crítico. Se cree que hay alrededor de 3000 cocodrilos cubanos de pura raza en estado salvaje, concluyó el comunicado de prensa del Zoológico Nacional y el Instituto de Biología de la Conservación (NZCBI) del Smithsonian.

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