En abril de 2024, las exportaciones de alimentos y productos agrícolas de Estados Unidos a Cuba experimentaron un notable incremento del 45.9% interanual, alcanzando los 28.102.367 dólares, una cifra superior a los 19.248.734 del mismo mes en 2023 y a los 18.089.515 de abril de 2022. Este aumento se produjo después de un incremento casi del 100% en marzo, cuando las compras rozaron los 41 millones de dólares, según datos del Departamento de Agricultura de EEUU.

Además, se sumaron 3.300.000 dólares en ventas de vehículos, incluyendo motocicletas, marcando un crecimiento constante en este rubro. A pesar del embargo de Washington contra La Habana, Cuba se ha posicionado en el puesto 48 entre 219 mercados de exportación de productos agroalimentarios estadounidenses.

Las donaciones humanitarias de EEUU a Cuba en abril se calcularon en 7.930.672 dólares, mientras que las exportaciones de productos para el cuidado de la salud se mantuvieron en cero. Entre enero y abril de 2024, las adquisiciones cubanas en EEUU sumaron 141.100.086 dólares, superando los 96.711.465 del primer cuatrimestre de 2023. Desde diciembre de 2021, estas compras autorizadas bajo la Ley de Reforma de Sanciones Comerciales y Mejora de Exportaciones (TSREEA) de 2000 han superado los 7.387.433.479 dólares.

Contradictoriamente, el Gobierno cubano y sus medios oficiales continúan culpando al embargo estadounidense de las privaciones que sufre el pueblo cubano. Sin embargo, EEUU fue en 2022 el sexto mayor exportador a Cuba, con un volumen de exportaciones que alcanzó los 342.607.027 dólares en 2023, un incremento en comparación con los 328.536.988 dólares de 2022, según cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).

Este aumento en las importaciones de alimentos, vehículos y donaciones humanitarias pone en evidencia las contradicciones del régimen cubano, que sigue culpando al embargo por los problemas económicos mientras continúa adquiriendo productos del mismo país que critica. La realidad muestra que, a pesar de las quejas oficiales sobre "problemas de liquidez" y la necesidad de pagar por adelantado, las compras a EEUU no solo se mantienen sino que aumentan, reflejando una dependencia significativa de estos suministros para la subsistencia de la nación.

La narrativa oficial se queda corta frente a estos datos, revelando una gestión económica que prioriza adquisiciones de bienes no esenciales mientras la población sufre por la falta de productos básicos y servicios de salud. La transparencia y una reevaluación de las prioridades del régimen serían pasos necesarios para abordar las verdaderas necesidades del pueblo cubano.

Fuente: Diario de Cuba

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