Alrededor de 40 800 cubanos residentes en La Habana, la provincia más poblada del país con alrededor de dos millones de habitantes, trabajan desde sus casas debido a la severa crisis del transporte que azota hoy la capital del país.

Las autoridades locales insisten en extender las modalidades del trabajo a distancia o teletrabajo, como respuesta a la escasez de movilidad. De igual modo, defienden que pueden alcanzarse mayores rendimientos, resultados laborales y disminuir pérdida de tiempo, si se regulan y aplican estas variantes.

Los órganos de subordinación local tienen a unos 15 800 capitalinos acogidos al trabajo a distancia o teletrabajo, según fuentes del Gobierno en la ciudad, citadas este jueves por el periódico oficialista Tribuna de La Habana.

En un país con una menesterosa infraestructura tecnológica, el llamado de los funcionarios del Estado es a aumentar “el número de personas capaces de aportar a la sociedad mediante la explotación de las nuevas tecnologías de la información o variables similares”, apunta la referida publicación.

Según los datos, los municipios de Plaza de la Revolución, Cerro y La Lisa son los que concentran la mayor cantidad de personas en estas modalidades de trabajo, mientras las entidades y distintos territorios estudian las potencialidades para incrementar las cifras.

A finales de junio, La Habana recibió una donación de 30 ómnibus procedentes de Bélgica, de los cuales, casi la mitad (10), se destinaría al Ministerio de Cultura. El lote de vehículos fue sometido a revisión técnica, explicó Lauger Medina Suárez, director de planeamiento de la Dirección General de Transporte de La Habana.

Sin embargo, no pudieron prever que el aire condicionado de las guaguas belgas enfrentaría dificultades ante las elevadas temperaturas en la isla, por lo que, a poco de comenzar a circular, dispusieron retirarle los equipos e instalar ventanillas, después de conocer las “inconformidades” de los pasajeros.

“Se pretende cambiar 3 ventanas a los carros rígidos y a los articulados 5; además del sistema de ventilación actual. Es importante que se tenga en cuenta que ante la situación actual que presenta el transporte, se decidió poner a explotar estos ómnibus y al unísono trabajar en la adaptación al clima”, explicó la Empresa Provincial de Transporte de La Habana.

De igual modo, la entidad aclaró que “los ómnibus donados no son nuevos, fueron fabricados en el año 2007. Llevan 14 años de explotación, lo que bien conservados y con un alto nivel tecnológico. Han presentado averías técnicas, que, con la colaboración de los órganos de reparación de la provincia, se trabaja en solucionar”.

La Habana dispone solamente de un 30% de Coeficiente de Disponibilidad Técnica, según las autoridades capitalinas. Por otro lado, los transportistas privados aumentan los precios de los pasajes ante el déficit generalizado de combustible. El gobernador de la provincia, Reinaldo García Zapata, en reunión del Grupo Temporal de Trabajo de la capital, subrayó que los habaneros cuentan con menos de la mitad del parque de vehículos públicos necesarios para su movilidad.

Los funcionarios instaron a repasar todas las posibilidades de apoyo que puedan brindar los vehículos estatales en la recogida de pasajeros, así como aplicar sanciones a quienes dejen de apoyar a la población. En mayo, casi 300 guaguas escolares y de diferentes instituciones y organismos estatales pasaron a respaldar el servicio de transporte público en la ciudad. 

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