El influencer cubano Miguel David Estévez, conocido por millones como Miguelín, volvió a sacudir a sus seguidores este lunes con una decisión inesperada: se tatuó la cabeza. El creador, rostro principal de la saga humorística Las locuras de Miguelín y figura clave del pódcast De la vida, compartió en sus historias de Instagram una imagen parcial del resultado: la cabeza rapada y marcada con un diseño de estilo tribal.

El cambio de imagen llega justo después de días particularmente convulsos en redes, tras la ruptura sentimental entre Eduardo López Cardoso y Juliette Valle, dos integrantes del equipo de De la vida. La separación, además, terminó arrastrando la salida de Juliette del proyecto y desató una ola de reacciones entre seguidores, críticas cruzadas y especulaciones sobre el futuro del programa.

En ese contexto, Miguelín reconoció recientemente que no supo manejar el conflicto con la firmeza que la situación requería. “Me equivoqué en no ponerme fuerte, puse amistad por encima del profesionalismo y no tenía que ser de esa manera”, admitió. En la misma línea, expresó el desgaste emocional que le ha dejado el episodio: “Se rompió todo. Si ustedes están decepcionados, déjenme decirles que yo también”, dijo, aunque dejó claro que el rumbo del pódcast se definirá “en las próximas semanas”.

Aunque hoy su presencia digital es más fuerte desde Miami, Miguelín ya era un fenómeno en Cuba. Oriundo de Camagüey, construyó su popularidad con sketches y cortos que, desde el humor, abordaban problemas cotidianos de la Isla. Entre sus trabajos más recordados se mencionan piezas como La Casa sin Papel, La Convivencia, Los apagones en Cuba y La Carne de Vaca, donde convirtió la precariedad y el desgaste social en material para la sátira.

El youtuber llegó a Estados Unidos en marzo de 2022 tras una travesía desde Nicaragua y se estableció en Miami, Florida, donde —según ha contado— lo recibieron su madre y su novia. Poco después, en una entrevista con “El Mañanero”, explicó que aunque estaba reclamado legalmente mediante un proceso de reunificación familiar, decidió salir de Cuba por la vía nicaragüense.

Entre polémicas, autocrítica y ahora un nuevo tatuaje visible, Miguelín vuelve a quedar en el centro de atención: esta vez no por un sketch, sino por un gesto personal que muchos interpretan como otra señal de una etapa de cambios.

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