Han pasado cuatro meses de espera que no han sido fáciles, reconoce la prensa local, al tiempo que aseguran que entienden que estos migrantes salieron de su país pensando que, una vez pisando suelo estadounidense, los recibirían con los brazos abiertos.

Sin embargo, ya entendieron que no funciona así, de ahí que se han dado a la tarea buscar una forma de vida a través del empleo informal. “Los pequeños negocios en los mercados del centro de la ciudad han permitido que la comunidad cubana genere un ingreso a partir de tareas que van desde atender a los clientes hasta cargar mercancía; así evitan caer en la desesperación”, reseña El Imparcial.

“Somos un atractivo para el lugar”, dice Yanet con sonrisa franca, quien trabaja como mesera en un puesto de comida y que se beneficia principalmente de las propinas, puesto que no es mucho lo que recibe de salario.

“A pesar de que la crisis migratoria tiene más de ocho meses, hasta ahora se ha contemplado hacer las gestiones para que los migrantes en posibilidades y condiciones de emplearse puedan obtener una visa temporal de trabajo; esto, tras la reunión del subsecretario del Trabajo y coordinador de acciones para atender a los migrantes, Horacio Duarte Olivares, con personal del gobierno estatal y municipal”, explica el citado medio.

Por otro lado, el Instituto Nacional de Migración (INM) ha pedido que, al menos, los migrantes retornados a Ciudad Juárez “tengan la posibilidad de ser contratados en un empleo formal, una vez que obtengan un permiso que les sería otorgado en cuanto tramiten su Clave Única de Registro de Población (CURP)”.

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