El médico cubano Alexander Jesús Figueredo Izaguirre, quien ha sido expulsado de su labor por convertirse en un vocero contra lo mal hecho en el sistema de salud público de Cuba, envió un mensaje al régimen.

El profesional de la salud, que desde que comenzó a sacar a la luz pública las deficiencias de la “potencia médica” se convirtió en una piedra en el zapato de la dictadura, le dejó claro que no planea irse del país.

A través de sus redes sociales, Figueredo Izaguirre compartió el mensaje y aseguró que, aunque no abandonará la isla, no piensa “morir como viví".

“A mis amigos de Bayamo, Granma. A los miles que han decidido partir por Nicaragua, si tienen una buena laptop o PC de escritorio con webcan, auriculares con micrófono que me sirva para hacer directas y ediciones de videos y la van a vender para hacer dinero, por favor, escríbanme al privado que estoy comprando una. Yo no me voy, yo me quedo, ‘pero no pienso morir como viví’”, escribió el doctor.

“Ojo: suave con los precios que la CIA aún no me ha pagado”, bromeó el holguinero, en alusión a las acusaciones de la dictadura que alega que los opositores reciben pagos desde Estados Unidos.

En noviembre, la dictadura cubana inhabilitó el título de Doctor en Medicina del profesional de la salud impidiéndole realizar su trabajo en todo el territorio nacional.

El médico compartió un video para hacer la denuncia y explicar detalles del documento que le hicieron llegar para darle a conocer la medida disciplinaria.

La aplicaron, refiere la nota, por “considerarlo responsable de difundir criterios y opiniones que menoscaban el prestigio y prestigio del sistema de salud y sus profesionales”.

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