Por designación, como es todo en Cuba, los estudiantes de la Escuela de Formación de Atletas de

Alto Rendimiento Cerro Pelado (Esfaar) también debieron manifestarse en acto de repudio contra las acciones de Clandestinos.

La tareíta de repudiar se la asignaron a las organizaciones políticas que responden directamente al gobierno: la OPJM, FEEM y la UJC.

La iniciativa que nombran "acto de vindicación" es otra forma del régimen de advertir al creciente movimiento insurreccional dentro de la isla, que serán letales con quienes capturen.

Según el discurso del gobierno, Clandestinos recibe una remuneración desde la Casa

Blanca:

“Amparado por el gobierno de los Estados Unidos, la mafia miamense no cesa de atentar contra la tranquilidad de nuestro pueblo, pero una vez más quisieron mostrar al mundo que nuestro pueblo no está unido, pero nuevamente tropezaron con la misma piedra”, han señalado a través de la nota de JIT.

Ni Clandestinos, ni el gobierno de Donald Trump, tampoco ninguna organización cubana que resida en Miami, han reconocido lazos, aunque son miles desde la ciudad del Sol quienes apoyan al grupo.

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