El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el lunes que su gobierno planea reanudar las negociaciones con Estados Unidos esta semana, a menos de un mes de las cruciales elecciones en las que él y su partido enfrentan su mayor desafío en décadas.

Maduro, quien busca su tercer mandato, intenta que Estados Unidos levante las sanciones económicas impuestas en los últimos 10 años. Durante su programa semanal de televisión, calificó el diálogo de “urgente”. El gobierno de Joe Biden no respondió de inmediato a un mensaje de The Associated Press solicitando comentarios.

“Recibimos la propuesta del gobierno de Estados Unidos para restablecer las conversaciones y el diálogo directo durante dos meses continuos”, afirmó Maduro. “Luego de pensarlo durante dos meses, he aceptado, y el próximo miércoles se reiniciarán las conversaciones con el gobierno de Estados Unidos para que cumpla los acuerdos firmados en Qatar y para restablecer los términos del diálogo urgente”.

Anteriormente, el gobierno de Maduro había mantenido conversaciones tanto con Washington como con la coalición opositora Plataforma Unitaria, respaldada por Estados Unidos. Sin embargo, el diálogo se suspendió debido a que Maduro incumplió sus promesas, incluyendo la de mejorar las condiciones electorales. Su gobierno también acusó a Estados Unidos de no cumplir parte de los acuerdos.

Algunas de las negociaciones con Estados Unidos tuvieron lugar en Qatar, pero se desconoce dónde se llevará a cabo la nueva ronda de diálogo.

Las elecciones del 28 de julio representan el mayor desafío para el Partido Socialista Unido de Venezuela en sus 25 años de dominio, comenzando con Hugo Chávez. El partido de Maduro busca mantener su control absoluto del gobierno por seis años más, pero enfrenta divisiones y descontento tras una prolongada crisis social, económica y política durante los 11 años de presidencia de Maduro.

Estados Unidos otorgó a Maduro cierto alivio de las sanciones en los sectores de petróleo, gas y minerales después de llegar a un acuerdo con la oposición, pero retiró ese alivio cuando el partido de Maduro continuó usando su control sobre las instituciones gubernamentales para inclinar la balanza, incluso bloqueando la candidatura de Machado.

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