La cubana Iseilys Valdés Oña, residente en Santa Cruz del Norte, provincia de Mayabeque, ha conmocionado las redes sociales al publicar un desesperado mensaje en el que ofrece vender uno de sus riñones para poder comprar una vivienda y asegurar un hogar digno para su hija de 11 años.

“Vendo uno de mis riñones para poder comprarle una casita con dignidad a mi hija, al menos dejarla con algo en esta vida. A los que vayan a criticar, gracias, les presto mis zapatos para que se los pongan. Imaginarán ya cómo estoy cuando hago público lo que estoy pasando”, escribió en su perfil.

En declaraciones al medio independiente CubaNet, Valdés explicó que actualmente vive en un inmueble prestado, en malas condiciones y con riesgo de derrumbe, por lo que teme que el techo pueda colapsar. Madre soltera, se gana la vida pintando uñas y vendiendo productos, pero sus ingresos son insuficientes para acceder a una casa propia.

Su situación se agrava por el acoso que, asegura, sufre por parte del padre de la niña, quien tiene antecedentes de violencia y consumo de alcohol, y acude con frecuencia al lugar donde residen para hostigarla. No lo ha denunciado porque el cuarto que ocupa pertenece a él y porque es el progenitor de su hija.

El caso de Valdés pone de relieve la grave crisis habitacional que enfrenta Cuba, especialmente para familias encabezadas por mujeres solas, y la carencia de mecanismos eficaces que garanticen su protección y el acceso a viviendas seguras.

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