La cubana Deysi Columbié Hernández se presentó este miércoles junto a sus tres hijos en la sede del gobierno de Sagua de Tánamo, en Holguín, para reclamar alimentos.

Con recipientes para que le dieran algo de almuerzo, la madre cubana reclamó algo de alimentación debido a que por la falta de fluido eléctrico no había podido prepararles nada a los niños.

La bodega en la que debe comprar su cuota se encuentra cerrada y su abuela, que convive con ellos, ni siquiera ha podido tomar café porque no tienen azúcar.

Según explica, sus hijos pudieron tomarse un vaso de yogurt con agua gracias a la buena voluntad de una vecina que quiso ayudarlos al ver que lloraban de hambre.

“Cómo yo les digo a ellos o a mi abuela que no hay comida para comer. La leche no ha llegado. Fui a la bodega y estaba cerrada por fumigación. No tengo ni aceite en la casa para cocinar”, explicó la mujer cuando la llevaron con un funcionario de Atención a la Población para manifestar su queja.

Uno, tres y cuatro años tienen sus hijos que la acompañaron a las oficinas del régimen a buscar algo de comida.

“¿Qué comida tienen ustedes aquí para los trabajadores?”, preguntó la mujer al funcionario. “Ninguna”, respondió él que la mandó a otro lugar a comprar alimentos para los menores.

Sus hijos acabaron de vencer una enfermedad y ella, explica, tuvo que comprar azitromicina en el mercado negro porque en las farmacias del régimen no hay.

“No hay antibióticos. No hay placa. No hay comida. No hay nada. Y esta situación pica y se extiende. No hay corriente. No le estoy llorando miseria a nadie. Entonces disimulando el ambiente para que ellos no se den cuenta, porque tienen que crecer en un ambiente sano”, argumentó la mujer frente al funcionario al que ella se refiere como “Derivet”.

“No tengo ningún tipo de problema ideológico. Mis hijos lo que tienen es hambre”, enfatizó la cubana antes de tener que enfrentar al funcionario que la requirió por transmitir en vivo desde el lugar.

“Eso que tú estás haciendo no es justo”, le dijo el hombre a ella que no tardó en dejarle claro que no es una campaña y que no permitiría que la reprimieran.

La cubana salió del lugar para caminar por el pueblo a buscar algo de alimentos. Esta mujer asegura que vive sola con sus hijos y que el padre de los menores vive en otro lugar donde rehízo su vida junto a otra mujer.

Cada mes le envía 1500 pesos con los que ella logra alimentar a sus hijos, de conjunto con la caridad de hermanos de su iglesia que la ayudan.

“En este país lo que hacen es ponerle el pie a uno. No estoy hablando basura. Tengo bastantes elementos para hablar. Vienen a mi cabeza una pila”, refirió la mujer que asegura que es una profesional.

 “Así debían hacer todas las madres con sus hijos, que no pasen hambre que la cúpula dirigente sí tienen de todo ...el pueblo es quien sufre”. “Madre, así se hacen las cosas, sin ofensas ni palabras groseras, la verdad es un principio de todo cubano. Tiene todo mi respeto”. “Es muy triste lo que se está viviendo y el pueblo así aguantando”, reaccionaron algunos usuarios a través de las redes sociales. 

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