Lula, como Evo y Correa: la izquierda latinoamericana y su obsesión con el poder
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 4 de agosto de 2025

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó este domingo su intención de postularse a la reelección en 2026, siempre que su estado de salud se lo permita. Con 79 años y rumbo a los 80, Lula no oculta sus ambiciones: “Si soy candidato, me presentaré para ganar”, afirmó durante el Encuentro Nacional del Partido de los Trabajadores (PT), celebrado en Brasilia.
El anuncio no sorprende si se observa el patrón de comportamiento de buena parte de los líderes de izquierda en América Latina, muchos de los cuales muestran una marcada resistencia a abandonar el poder. Desde el ecuatoriano Rafael Correa hasta los autoritarios Daniel Ortega y Nicolás Maduro, pasando por Evo Morales en Bolivia, todos han mostrado —con matices— una tendencia a perpetuarse o regresar al poder, apelando a reformas constitucionales, maniobras políticas o, en el peor de los casos, represión y fraude.
En ese contexto, Lula podría convertirse en el primer presidente brasileño en ejercer un cuarto mandato, tras haber ganado las elecciones de 2002, 2006 y 2022. Su retorno al poder, tras el controversial encarcelamiento por corrupción y posterior anulación de las condenas, fue visto por muchos como un nuevo capítulo en la polarización política de Brasil.
Aunque el mandatario asegura que su decisión estará supeditada a su salud —y lanzó una crítica velada a Joe Biden, quien desistió de competir por un nuevo mandato en EE.UU. por razones similares—, sus palabras dejan claro que no contempla un retiro voluntario mientras tenga fuerza para seguir compitiendo. “Tengo más energía a los 80 que cuando tenía 65”, dijo con tono desafiante.
Lula también pidió a sus correligionarios del PT trabajar por una mayor representación parlamentaria, especialmente en el Senado, para consolidar sus reformas. Aunque su gobierno ha logrado acuerdos importantes con sectores opositores, el escenario político brasileño sigue marcado por la fragmentación y la polarización.
La insistencia de Lula en seguir gobernando revive el debate sobre los límites de la democracia en América Latina, donde muchos líderes de izquierda, una vez en el poder, parecen considerar que solo ellos son capaces de guiar el destino de sus pueblos. Así como Correa intentó regresar a la presidencia en Ecuador tras reformar la Constitución y Evo Morales forzó su candidatura en 2019 ignorando un referendo popular, Lula se encamina a una nueva contienda con el argumento de que su liderazgo es imprescindible.
Lo que para sus seguidores es compromiso político, para sus detractores es simplemente un afán de perpetuidad que pone en riesgo la alternancia democrática. En nombre del “pueblo” o de la “justicia social”, varios líderes progresistas han terminado cruzando líneas peligrosas.
¿Será Lula diferente esta vez, o terminará recorriendo el mismo camino de sus colegas ideológicos que se aferran al poder hasta agotar todas las vías constitucionales y políticas posibles? La historia reciente de América Latina sugiere que el poder, una vez conquistado, es difícil de soltar.