Facebook Inc, dueño de los servicios de Instagram y WhatsApp, denunció la víspera su preocupación debido a que sus servicios fueron restringidos en Cuba, algo que aconteció, vale aclarar, durante las protestas que iniciaron el 11 de julio de 2021 en San Antonio de los Baños y se extendieron a lo largo y ancho de la isla.

“Nos oponemos al corte de los servicios, manipulación u otros tipos de interrupciones con el internet que limitan el debate en nuestra comunidad. Esperamos que la conectividad sea restablecida lo más pronto posible para que los cubanos puedan comunicarse con sus familias y amigos”, dijo a Reuters Joe Osborne, representante de la plataforma.

Son declaraciones que se habrían emitido tras un posible análisis del tráfico de sus servicios desde la isla y después de detectar una caída notable del mismo.

Recientemente, la periodista oficialista, Arleen Rodríguez Derivet, justificó en televisión nacional el apagón y aseguró que entendía la medida arbitraria:

“Entiendo como periodista, aunque me dañe, la medida del corte de las redes sociales porque es el área donde se está organizando la guerra contra Cuba”.

Aunque se maquille, no hay forma de justificar tal medida. Millones de familias quedaron incomunicadas por la medida del régimen en un intento por enfriar las movilizaciones en la isla.

Los ojos del mundo estaban puestos en Cuba, cortar el flujo de información que salía desde allí fue importante para el régimen que, sin embargo, no logró esconder lo que se vivió porque hoy, cuando han restablecido el servicio, está saliendo todo a la luz pública. 

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