El internauta cubano que se identifica en las redes sociales con el nombre de Sergio Pérez, compartió una publicación en el ciberespacio para los cubanos que han quedado en la isla.

“El tema elegido para esta ocasión le he titulado “Se tomó la coca cola del olvido”. He escuchado con cierta frecuencia a mis compatriotas residentes en la isla utilizar dicha expresión para referirse a quienes emigraron y no se comunican con ellos con la frecuencia que ellos desean”, dijo el usuario.

“O que no les ayudan económicamente como esperaban que les ayudasen. Y considero que quienes piensan así, lo hacen a partir de la insatisfacción de sus necesidades e involucran a quienes emigraron, en esa insatisfacción por haber ingerido esa coca cola, la del olvido”, señaló.

“Pero a mi juicio, los que se quedaron, se han tomado el prú de la dependencia y la guachipupa de la exigencia desmedida, sin recordar que pudieron hacer lo mismo que hizo su ser querido, si estaba en condiciones de hacerlo, y no lo hicieron”, señaló.

“Y como no emigraron, no tienen una noción de los peligros que han tenido que enfrentar la inmensa mayoría de nuestros compatriotas. Tampoco tuvieron que adaptarse a un país extraño, con una cultura diferente y en muchas ocasiones, sin el respaldo financiero que le diera una tranquilidad a muy corto plazo”, refirió.

“Los que creen que sus seres queridos se tomaron “la coca cola del olvido” no han considerado que además de adaptarse a lo nuevo, los que emigraron han tenido que deshacerse de los malos hábitos que adquirieron en nuestra sociedad y desarrollar nuevas aptitudes para conseguir empleo, para mantener el trabajo que pudieron conseguir, para ahorrar y poder pagar todo lo que la nueva sociedad les exige, para no enfermarse o enfermarse y seguir trabajando como si no lo estuvieran, para acostumbrarse a estar lejos de sus seres queridos y de la zona de confort en la que se mantienen los que no se fueron, aunque no gocen de confort alguno”, señaló.

“Pero hay otro problema y es que los que han permanecido en el país, tienen mucho tiempo disponible, sea por no trabajar, sea por estar en el trabajo, pero sin trabajar por motivos diversos, o por estar haciendo colas y tener la posibilidad de comunicarse con sus seres queridos, circunstancias todas que les ponen en una postura de espera del apoyo económico de los que se fueron, en una moneda con la que pueden obtener lo que les costaría veinticinco veces más, si tuvieran que comprar en pesos cubanos”, reconoció.

“Y el apoyo económico se espera de diversos modos, en remesas, en artículos, en recargas a los teléfonos celulares, etc. Y sin duda alguna, ese apoyo económico muchas veces es el único que garantiza que esos familiares puedan tener una vida con cierto bienestar”, añadió.

“Es muy importante que los que esperan sean pacientes, pues cuando un familiar exiliado no envía alguna ayuda económica o de otro tipo, lo primero que debemos hacer es preocuparnos por su situación personal, pues pueden estar pasando por dificultades de salud o económicas que justifican que no pueda ayudar, como lo hubiera deseado”, aclaró.

“Lo otro que hay que hacer es mostrar gratitud con lo que se recibe, pues cualquier cosa que se les envíe, no la tenían antes que fuera enviada. Por poco que sea, es más de lo que se tenía y es una ayuda para vivir mejor. Y ya eso hay que agradecerlo”, finalizó.

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