Más de 1,600 niños murieron o desaparecieron entre 2014 y 2018 mientras trataban de llegar solos o junto a sus familiares a un lugar que les ofreciera una vida mejor, así lo registra un informe la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, que, además, advierte que la cifra real puede ser mucho mayor.

Una vez más, explica el diario La Prensa Gráfica, “las rutas migratorias del Mediterráneo central y occidental surgen como las que se cobran el mayor número de vidas”.

Asimismo, agregó que “los niños forman parte de los 32,000 migrantes muertos o desaparecidos registrados en ese mismo periodo, aunque la OIM advierte que los datos son incompletos y la cifra real de víctimas seguramente es mucho mayor, especialmente entre los menores, cuyos casos son menos reportados que los de adultos”.

De igual manera, explicó que todos estos datos los recopila el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM, que emite un informe anual desde 2014 y que este año cuenta por primera vez con la colaboración de la Agencia de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Ambos organismos de la ONU, refiere el citado medio, “expresan su voluntad de reforzar esta colaboración para mejorar los datos sobre niños migrantes, incluidos aquellos que se quedan en el camino”.

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