Descarga gratis nuestra App

La Habana indolente: una madre sola contra el poder del silencio... ¡No aparece Doraiky!

Redacción de CubitaNOW ~ sábado 21 de junio de 2025

Article feature image

Maura Vázquez no ha dejado de caminar ni un solo día desde que su hija Doraiky desapareció en La Habana el pasado 15 de marzo.

Bajo el sol abrasador, entre apagones y desesperanza, recorre los barrios con un cartel en las manos, la mirada cansada y la voz quebrada. No lo hace por un llamado oficial ni una operación policial; lo hace sola, impulsada por el amor materno y una angustia que no da tregua. Su hija, Doraiky Águila Vázquez, desapareció durante un apagón general. Tenía 48 años, problemas de desorientación mental, y desde entonces nada más se ha sabido de ella.

Lo más devastador no es el silencio de la ciudad, sino el de las autoridades. Nadie la busca oficialmente, nadie le responde a esta madre que llora mientras pega afiches en los postes o sube a carros en movimiento pidiendo que la escuchen.

Cada día Maura reparte volantes, repite la historia, entrega su número, ruega. Ofrece incluso una recompensa de 350 mil CUP, dinero que no tiene, pero que promete con tal de obtener una pista. Su esperanza contrasta brutalmente con la indiferencia de un régimen que no mueve un dedo, que no activa una alerta, que ni siquiera aparece en las declaraciones públicas.

Las redes sociales se han convertido en su única aliada. Cubanos como Mari Olivera, que la vieron llorar en plena calle, comparten su historia con la esperanza de que algo cambie. Pero hasta ahora, no hay respuestas. Ni la policía, ni el gobierno, ni los medios oficiales han asumido el caso. Las instituciones, tan rápidas para reprimir, son lentas o inexistentes para proteger. Doraiky dejó a dos hijos adolescentes, y ni siquiera por ellos se conmueve el aparato estatal. Tres meses después, siguen esperando a su madre sin saber si está viva.

Las circunstancias agravan la tragedia. Doraiky sufre de pérdida de memoria. Su desaparición no solo es dolorosa, sino también extremadamente peligrosa. Pese a todo, la inacción ha sido la norma. La familia ha recurrido a grupos independientes como Yo Sí Te Creo y Alas Tensas, pero sin apoyo oficial, el margen de acción es limitado.

Este caso no es aislado. Se suma a una larga lista de desapariciones ignoradas, especialmente de mujeres, en una Cuba donde las estadísticas oficiales son ocultas, y donde el clamor de una madre vale menos que el discurso vacío del poder ¡Maura no se rinde!

Pero su lucha resuena como una denuncia profunda: el régimen abandona a sus ciudadanos incluso en los momentos más críticos. Cada paso que da Maura es una acusación viva contra un sistema que prefiere callar antes que ayudar. Y cada día que pasa sin Doraiky es una derrota más para un país que ha olvidado cómo proteger a los suyos.





Recomendado para ti

Tambien te puede interesar