Una nueva denuncia expone el carácter represivo del sistema militar cubano. El joven Isly Adrián Céspedes Milanés, de 20 años, natural de Granma y residente en La Habana, ha hecho pública su situación de persecución y amenazas por parte de las autoridades, luego de negarse a ingresar al Servicio Militar Obligatorio (SMO).

En declaraciones ofrecidas a La Tijera, Isly Adrián expresó su desesperación y temor:

Su decisión, basada en razones de conciencia y convicciones personales, ha provocado la reacción del aparato represivo, que según afirma, lo hostiga e intimida constantemente.

El joven, además, asegura que su familia también ha sido objeto de amenazas por apoyar su negativa.

El caso de Isly Adrián pone en evidencia la discriminación y el acoso sistemático que sufren los jóvenes cubanos que no se alinean con las políticas del régimen.

Activistas y organizaciones defensoras de derechos humanos han denunciado en múltiples ocasiones que el Servicio Militar Obligatorio en Cuba se utiliza como herramienta de control y adoctrinamiento, en lugar de servir a fines defensivos o educativos.

Desde La Tijera, se hace un llamado a la comunidad internacional, a las ONG de derechos humanos y a las plataformas de apoyo LGBTIQ+ para que brinden respaldo y visibilidad al caso de Isly Adrián, quien teme por su libertad y su seguridad personal.

El testimonio de este joven vuelve a poner sobre la mesa una dura realidad: en Cuba, negarse a obedecer al sistema puede costarte la libertad, incluso la vida.

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