La Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, en Matanzas y considerada el principal bloque generador de electricidad de Cuba, había quedado fuera de servicio el lunes 29 de diciembre, apenas un día después de haber salido y reingresado al Sistema Eléctrico Nacional (SEN). La nueva desconexión se produjo en un contexto marcado por apagones prolongados y un déficit sostenido de generación.

El periodista José Miguel Solís, de la emisora oficial Radio Rebelde, reportó que la planta se detuvo tras presentar "vibraciones en (la) turbina". Según explicó, se trató de un evento que obligó a frenar la operación y revisar parámetros técnicos en un equipo clave del bloque.

Solís añadió que "Es la segunda ocasión (en) que abandona el sistema después de la tarde de ayer. Solucionar el inconveniente demanda 'hilar fino' con ciertos parámetros, en otras ocasiones se ha logrado", aunque no precisó cuáles eran los ajustes necesarios ni el alcance de la afectación detectada.

La víspera, de acuerdo con el propio reporte, la Guiteras había salido de servicio durante la tarde debido a "fallos en las redes", una situación que provocó la pérdida de unos 200 MW y, con ello, un incremento de los apagones en distintas zonas del país.

Más tarde, durante la noche, la central había logrado sincronizar nuevamente con el SEN. En ese momento, el subdirector técnico de la industria, Román Pérez Castañeda, había ofrecido detalles sobre la secuencia del evento que precedió a la parada.

El funcionario explicó que al momento de la desconexión la unidad "entregaba 200MW estable hasta que fallaron las líneas de transmisión y se precisó salir del sistema". Su declaración apuntó a que la salida no respondió únicamente a condiciones internas de la planta, sino también a problemas en la transmisión.

En esa misma línea, Pérez Castañeda había advertido que "una salida abrupta genera tensiones mecánicas que han de revisar detenidamente durante el arranque", lo que sugería inspecciones cuidadosas antes de intentar retomar carga para evitar daños mayores.

La Guiteras, fundamental para la estabilidad del suministro eléctrico, especialmente en el occidente del país, había debido recibir desde hacía años una intervención técnica profunda. Sin embargo, esa reparación capital se había aplazado una y otra vez, en parte por la baja confiabilidad del resto del parque termoeléctrico y la necesidad de mantener generación disponible.

A inicios de diciembre, las autoridades habían decidido posponer otra vez el mantenimiento previsto, que debía comenzar antes de concluir 2025, en medio del agravamiento de la crisis eléctrica registrado desde los primeros días del mes. La presión por sostener la generación habría pesado más que el calendario técnico.

En paralelo, y en un hecho que la Unión Eléctrica (UNE) vinculó al delicado estado del sistema, se había informado que a las 6:37 a.m. (hora de Cuba) ocurrió un disparo en "la línea de 110kV Renté Santiago Industrial, que alimenta a gran parte de la provincia de Guantánamo", dejando a ese territorio desconectado del SEN. Aunque la entidad aseguró que la línea se restableció minutos después y que “en este minuto el déficit de electricidad existente en la provincia obedece a la falta de generación”, el episodio había reforzado la percepción de un escenario nacional cada vez más frágil.

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