La noche del 16 de septiembre quedará en la memoria de muchos habaneros como una de las más tensas de los últimos meses. Una fuerte tormenta, acompañada de intensos vientos, lluvias torrenciales y actividad eléctrica, azotó varios municipios de La Habana, provocando apagones masivos y afectaciones considerables en infraestructuras ya deterioradas por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento.

Desde horas de la tarde, el cielo comenzó a oscurecerse rápidamente, anticipando la llegada del fenómeno meteorológico. Cerca de las 8:00 p.m., comenzaron los primeros reportes de interrupciones eléctricas en municipios como Centro Habana, Cerro, 10 de Octubre y Habana del Este. La situación empeoró con el paso de las horas, dejando sin luz a miles de viviendas en plena noche, en medio de la tormenta.

Vecinos informaron caída de árboles, postes eléctricos dañados y calles inundadas. En redes sociales circularon imágenes de techos desprendidos y estructuras peligrosamente inclinadas, lo que aumentó la preocupación entre los residentes. Algunas zonas todavía permanecen sin electricidad en la mañana del 17 de septiembre y se desconoce cuándo se restablecerá completamente el servicio.

La situación se agrava por la inestabilidad del sistema eléctrico nacional, que ya venía presentando dificultades. A esto se suma el peligro que representan las estructuras abandonadas o en mal estado, que anoche se convirtieron en una amenaza real para la seguridad de transeúntes y vecinos.

Muchos ciudadanos manifestaron su indignación ante la falta de mantenimiento preventivo y la lentitud en la respuesta de las autoridades. "Esto no es solo culpa del clima, es consecuencia de años de abandono", comentaba una residente en redes sociales.

Aunque hasta el momento no se han reportado víctimas fatales, los daños materiales aún se están evaluando. Las autoridades locales han pedido precaución a la población y aseguran estar trabajando para restablecer los servicios esenciales.

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