El internauta que se identifica en las redes sociales con el nombre de José Alejandro Esteve

Santos compartió una publicación sobre los avatares de los cubanos en una tienda del oriente de la isla, para adquirir algo de arroz y pollo.

En Cuba, la conducta fratricida ¿Realidad o Mito?

“Hoy 13 de agosto la Tienda Comercial La Reguladora en la ciudad de Las Tunas vivió un capítulo más de su interminable saga de supervivencia. El episodio ilustró al pueblo declarado libre de analfabetismo hace ya casi 60 años. En la cola una expresión de identidad... especialistas, licenciados, ingenieros, técnicos, bachilleres... todos beligerantes por alcanzar su objetivo: un trozo de pollo y/o 10 libras de arroz importado”, relató el usuario.

“El fratricidio según la Real Academia de la Lengua Española significa "acción de atacar y matar al hermano". Después de apreciar el escenario me sentí en medio de un caos... insultos, faltas de respeto, vulgaridades, empujones... todo entre hermanos. Enseguida vino a mi mente la incógnita. ¿Estaremos incubando poco a poco el fratricidio como expresión de nuestra realidad y cultura?”, se cuestionó.

“La respuesta no la tengo, siento mucho dolor sólo de pensar en tildar a los míos con semejante argumento. Mientras tanto cada día se repite el episodio. Me cuesta pensar que nuestros funcionarios de gobierno sean partícipes de este

"vituperio"”, lamentó.

“Quisiera asegurar entonces por un mal menor que no son partícipes, porque fuera una deshonra que los fueran y permitieran. La saga parece no tener fin, y me atrevo pues a plantear un teorema epistemológico, que no debe ser sentencia. En efecto: Cuando los que dirigen a un pueblo, no son parte de los procesos que viven estos, ignoran por ingenuidad o mala fe la realidad. Por tanto, mientras los funcionarios no sufran el hastío popular, los desmanes sociales se alargarán tanto como dure en el tiempo el gobernante incapaz que lo permite”, aseguró sobre una realidad para muchos sabida.

“PD: Les cuento que el cargamento de arroz era de 10 toneladas. Se habían recibido a la 1:00 pm un camión con 5, y no se podía vender porque se debía esperar a que viniera con las otras 5 toneladas y la factura, luego pesaran y envasaran para poder venderlo. Rezo pues que al camión no le suceda nada, porque las 5 toneladas ya en la tienda y el pueblo no tendrían encuentro”, concluyó.