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Insostenible la situación en Cuba: ¡ no hay medicamentos en la Isla!

Redacción de CubitaNOW ~ martes 4 de febrero de 2025

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Hoy recorrimos varias farmacias buscando lisinopril, el nuevo medicamento para la hipertensión que sustituye el tratamiento con enalapril. La situación es crítica. En la farmacia que nos corresponde, solo llegaron 500 frascos, aunque el censo de pacientes hipertensos supera los mil.

Nos explicaron que el medicamento no entra semanalmente, sino cada 45 días. Esto significa que más de 500 personas deberán esperar sin tratamiento, descompensadas de una enfermedad que, sin control, puede provocar infartos, accidentes cerebrovasculares y la muerte.

La alternativa para quienes no puedan esperar es recurrir al mercado negro, donde los precios son desorbitantes. Un frasco de lisinopril puede costar hasta 1000 CUP, una cifra impagable para muchos jubilados que sobreviven con pensiones irrisorias. No es difícil imaginar el dilema: comprar la medicina o comer.

Lo más indignante es que no estamos hablando de un medicamento importado, cuya escasez podría justificarse por problemas de logística o falta de divisas. No. Se trata de un medicamento producido por MEDSOL, una empresa cubana. Es un producto nacional, más cubano que las palmas y los apagones del SEN. ¿Cómo es posible que un medicamento fabricado en la Isla termine siendo inalcanzable para la población?

Pero el problema no es exclusivo del lisinopril. La escasez de medicamentos en Cuba es un drama cotidiano que afecta a pacientes de todas las edades y condiciones. En las farmacias también faltan antibióticos esenciales como la amoxicilina y la azitromicina, lo que deja a miles de personas sin tratamiento para infecciones respiratorias y urinarias.

Los que padecen de enfermedades crónicas, como los diabéticos, tienen dificultades para encontrar metformina e insulina, poniendo en riesgo su estabilidad metabólica. Los asmáticos no pueden acceder con regularidad a los aerosoles de salbutamol, imprescindibles para evitar crisis potencialmente mortales.

En los hospitales, la situación es aún más grave. En muchos centros de salud no hay dipirona ni paracetamol para aliviar la fiebre de los pacientes. En algunas provincias, los familiares deben recorrer varias farmacias en busca de medicamentos básicos para el tratamiento de la hipertensión, el asma o la diabetes.

La ausencia de anestésicos locales y suturas también ha llevado a la postergación de cirugías menores en diversos hospitales. La pregunta es: ¿quién controla este caos? ¿Quién responde por esta crisis sanitaria? Mientras tanto, los cubanos seguimos pagando las consecuencias, sometidos a una lucha diaria por la supervivencia, donde enfermarse es un castigo y medicarse un lujo. ¿Hasta cuándo?

Del perfil de Facebook de Rouslyn Navia Jordan (periodista cubana)



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