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Crisis en la masonería cubana: detienen a líderes que intentaban recuperar la Gran Logia (Video)

Redacción de CubitaNOW ~ domingo 6 de julio de 2025

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La masonería cubana vive una de sus mayores crisis institucionales. El pasado viernes 4 de julio, agentes de la Seguridad del Estado detuvieron a Juan Alberto Kessel Linares, Gran Maestro legítimo de la Gran Logia de Cuba (GLC), y a Víctor Bravo Cabañas, Gran Secretario por sustitución reglamentaria. Ambos habían sido citados oficialmente, pero al llegar a la estación de Picota, en La Habana, una mujer vestida de civil les comunicó que quedarían bajo arresto sin ofrecer mayores explicaciones.

Según el portal independiente Cubanet, testigos aseguran que la detención fue ejecutada sin orden judicial aparente y se relaciona directamente con el conflicto interno que sacude a la GLC, una de las organizaciones más antiguas e independientes del país.

Desde finales de mayo, la comunidad masónica enfrenta una pugna por el control de su principal institución. El 25 de mayo de 2025, más del 60% de los masones votaron por la destitución de Mayker Filema Duarte como Gran Maestro. A pesar de ello, Filema continúa ejerciendo el cargo con el respaldo del Ministerio de Justicia (MINJUS), firmando decretos y tomando decisiones sin legitimidad interna.

El conflicto se ha agravado debido a la intervención de la Seguridad del Estado, que apoya a Filema en su permanencia en el poder. La teniente coronel Kenia María Morales Larrea, conocida por su papel en la represión a opositores y defensores de derechos humanos, ha sido señalada como la principal responsable de las acciones contra Kessel y Bravo. De hecho, Kessel ya había sido citado e interrogado el pasado 21 de junio, cuando fue amenazado con acusaciones de desorden público.

Además, la directora del Registro de Asociaciones del MINJUS, Miriam García, ha sido acusada por los líderes masónicos de permitir la ilegal continuidad de Filema en el cargo, ignorando la decisión democrática tomada por la mayoría de las logias. La Ley 54, que regula las asociaciones en Cuba, establece que cualquier modificación en la estructura directiva debe ser reconocida por el Ministerio, pero hasta el momento, dicho reconocimiento ha favorecido únicamente a Filema.

La situación alcanzó un nuevo nivel de tensión cuando decenas de masones ingresaron al edificio de la Gran Logia entonando el himno nacional, exigiendo el respeto a la legalidad interna de la organización. Las imágenes del ingreso fueron difundidas en redes sociales como un acto de resistencia simbólica frente a lo que consideran un secuestro institucional por parte del régimen cubano.

Filema, por su parte, ha amenazado con denunciar a Kessel y Bravo por usurpación de funciones y falsificación de documentos, lo que ha encendido aún más los ánimos dentro de la comunidad masónica.

De cara a la sesión convocada por Filema para el 6 de julio, el ambiente es de máxima tensión. Kessel ha advertido que ese encuentro marcará un punto de inflexión para la masonería cubana: “Será decisivo para saber si los masones defienden su dignidad y legalidad, o si la institución queda a merced de intereses externos”.

La lucha por el alma de la GLC continúa, mientras la represión amenaza con borrar siglos de independencia y tradición.



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