Inmigrantes en Florida optan por borrar tatuajes para evitar ser vinculados al Tren de Aragua
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 7 de abril de 2025

El temor a ser injustamente asociados con bandas criminales ha llevado a muchos inmigrantes venezolanos en el sur de Florida a cubrir o eliminar tatuajes que alguna vez representaron recuerdos familiares o símbolos personales.
En especial, la preocupación gira en torno al temido grupo criminal conocido como El Tren de Aragua, al que las autoridades han vinculado con ciertos diseños, como coronas, leones, relojes y rosas. Aunque estos elementos son comunes en el mundo del tatuaje, algunos funcionarios de inmigración los observan con suspicacia.
En un estudio de tatuajes ubicado en Doral, zona donde reside una gran comunidad venezolana, el artista Johan Ávila afirma que en las últimas semanas ha recibido una cantidad inusual de solicitudes para modificar o borrar tatuajes. “Antes la gente venía a hacerse cosas nuevas. Ahora vienen a tapar lo que ya tienen, por miedo a ser malinterpretados”, explica.
Uno de sus clientes, José Miranda, cuenta que hace años se tatuó una corona de siete puntas en honor a su familia. “Nunca imaginé que eso me metería en problemas. Ya me han detenido para interrogarme solo por ese tatuaje”, dice. Aunque no tiene antecedentes, asegura haber sido señalado por autoridades migratorias por su aspecto físico y los símbolos que lleva.
Casos como el de Widmer Agelvis, un joven de 24 años deportado recientemente tras ser detenido por ICE, han aumentado la alarma entre los inmigrantes. Agelvis, que solicitó asilo tras llegar desde Ecuador, no tenía historial criminal ni vínculos probados con grupos delictivos, pero sus tatuajes —una rosa y un reloj— bastaron para que lo enviaran de vuelta a El Salvador.
Su abogado, Ángel Rivera, insiste en que no existía prueba alguna de comportamiento ilegal. “Fue deportado solo por lo que tenía tatuado en la piel. No había evidencia. Nada”, afirma con indignación.
Otro caso es el de Franco Carballo, venezolano residente en EE.UU., quien también fue investigado por las autoridades debido a una corona, un león y una rosa tatuados en su brazo. El informe del Departamento de Seguridad Nacional reconocía que no tenía historial delictivo, pero el simple hecho de portar esos símbolos fue considerado motivo de alerta.
Para su esposa, Johanny Sánchez, la situación es absurda y profundamente injusta. “Hoy en día todo el mundo tiene tatuajes. ¿Eso los convierte en delincuentes?”, cuestiona.
Ante esta situación, algunos estudios de tatuajes han empezado a advertir a sus clientes sobre los posibles significados que las autoridades podrían atribuir a ciertos diseños. “Ya no se trata solo de arte. Hay que tener cuidado”, dice Ávila.
Hasta el momento, ICE no ha emitido una declaración oficial sobre estos arrestos ni ha publicado una lista concreta de tatuajes considerados sospechosos. En medio del vacío informativo, muchos inmigrantes temen que sus decisiones estéticas del pasado puedan convertirse en una condena sin juicio previo.