Un nuevo episodio de inseguridad sacude a la provincia de Holguín. En el Hospital Pediátrico “Octavio de la Concepción y de la Pedraja”, una madre denunció públicamente que su celular fue robado mientras su hija permanecía ingresada en la sala 5to O.

Lo alarmante no es solo el robo en sí, sino la absoluta impunidad con la que ocurrieron los hechos: según la denunciante, cualquiera podía entrar y salir del cubículo sin que nadie interviniera.

La madre, visiblemente preocupada y desesperada, cuestiona la seguridad de las instalaciones: “¿Qué seguridad tenemos los familiares y pacientes dentro de un hospital que debería estar protegido? Aquí entra y sale todo el que quiere… el teléfono se recupera, pero el susto de que pase algo o se lleven a uno de nuestros niños, no.”

Sus palabras reflejan la preocupación de decenas de familias que diariamente depositan su confianza en un sistema que debería garantizar la protección de los más vulnerables.

Este hecho pone en evidencia un problema mucho más grave: la falta de control y vigilancia en espacios públicos esenciales. Los hospitales, especialmente los pediátricos, no deberían ser lugares donde los padres teman por sus pertenencias o por la integridad de sus hijos. Sin embargo, la realidad en Holguín demuestra que la seguridad parece ser un lujo inexistente.

La denuncia de la madre no solo busca visibilizar su experiencia personal, sino alertar a toda la sociedad cubana sobre la creciente inseguridad dentro de instituciones que deberían ser refugios de cuidado y protección. Publicar su testimonio es un grito de alarma: si incluso un hospital infantil no es seguro ¿qué garantías existen para el resto de la población?

En redes sociales, este tipo de casos genera indignación inmediata. Usuarios comentan sobre la necesidad de reforzar la vigilancia, instalar cámaras, aumentar la presencia de personal de seguridad y, sobre todo, responsabilizar a las autoridades encargadas de velar por la seguridad de pacientes y familiares.

El robo ocurrido en el Pediátrico de Holguín es un ejemplo más de cómo la desprotección y el descontrol en instituciones públicas impactan directamente en la vida de los ciudadanos. Los padres y madres que acuden con esperanza a estos hospitales ahora enfrentan miedo y desconfianza, y la denuncia que llega a La Tijera News busca que nadie permanezca indiferente ante este grave problema de seguridad.

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