Hombre alquila un carro de turismo, lo vende y finge su robo en Bayamo
Redacción de CubitaNOW ~ martes 16 de septiembre de 2025

En Cuba, donde la escasez y la desesperanza marcan la vida cotidiana, muchos ciudadanos recurren a fechorías cada vez más insólitas para sobrevivir. Robos, asaltos y estafas forman parte del día a día, y el reciente caso ocurrido en Bayamo es un ejemplo claro de hasta dónde puede llegar el ingenio delictivo cuando el objetivo es obtener dinero fácil.
Según reportes locales, un hombre sin ocupación laboral y residente en Matanzas viajó hasta la provincia de Granma con un plan que parecía sacado de una novela policiaca. Tras alquilar un carro de turismo, urdió una historia para simular que había sido víctima de un robo.
El individuo aseguró que, mientras conducía el vehículo, decidió detenerse para hacer una necesidad fisiológica y dejó la llave puesta en el auto. Supuestamente, en ese breve instante, desconocidos aprovecharon para llevarse el carro. Sin embargo, la versión levantó sospechas desde el primer momento.
La Policía investigó a fondo el caso y descubrió que todo había sido un montaje. El supuesto afectado no fue víctima de ningún robo: en realidad, había vendido el automóvil a un ciudadano de Las Tunas por más de un millón de pesos.
El intento de engaño resultó fallido. Las autoridades lograron reunir pruebas suficientes que confirmaron que el hombre había organizado todo el drama para obtener ganancias rápidas, presentándose como víctima para despistar a la Policía.
Este caso refleja una realidad cada vez más extendida en la isla: el auge de delitos motivados por la precariedad económica. Con salarios estatales que apenas alcanzan para sobrevivir, la inflación disparada y una crisis de suministros que parece no tener fin, algunos optan por la vía del fraude y el delito como alternativa de subsistencia.
Lo que antes se consideraban hechos aislados, hoy se han vuelto frecuentes: estafas en el comercio, robos de mercancías, adulteración de productos y engaños de todo tipo. La falta de oportunidades laborales y la desesperación han convertido la búsqueda de “dinero fácil” en un fenómeno social que erosiona aún más la confianza en la vida diaria en Cuba.