Lo que debía ser un vuelo chárter de rutina entre La Habana y Fort Myers, Florida, terminó en una experiencia angustiante para decenas de pasajeros que viajaban con la agencia Cubazul. Una falla en el aire acondicionado convirtió la cabina en un horno sofocante, provocando crisis de pánico, desmayos y la indignación generalizada de los viajeros.

El episodio fue documentado en un video publicado en TikTok por la usuaria @helencarrera00, donde se observa a los pasajeros abanicándose desesperados, una niña llorando y varios adultos descompensados. En medio del caos, una mujer mayor sufrió una crisis de pánico y rompió en llanto, lo que obligó a desalojar la aeronave entre gritos de frustración y expresiones como “¡No es fácil!”.

Según la denunciante, la odisea comenzó con varias horas de retraso en el vuelo de salida, pero el problema no terminó allí. Tras el incidente, los pasajeros permanecieron varados en Cuba durante tres días antes de poder abordar finalmente otro avión hacia Florida.

La indignación no se limitó al calor extremo y a la espera interminable. La pasajera relató que, pese a haber pagado un asiento en primera clase, en el vuelo de regreso estos espacios fueron ocupados por los dueños del chárter. “No hubo una disculpa y mucho menos un reembolso”, afirmó en su publicación, que rápidamente se viralizó en redes sociales.

Las imágenes del video reflejan no solo el agotamiento físico, sino también el malestar acumulado de los viajeros, muchos de ellos procedentes de provincias que habían invertido grandes sumas de dinero para poder volar. Además del maltrato percibido, debieron enfrentarse a la falta de información oficial durante todo el proceso.

La denuncia apunta directamente a Cubazul, la agencia operadora del vuelo, que hasta el momento no ha emitido una declaración pública sobre lo sucedido. La ausencia de explicaciones oficiales aumentó la sensación de abandono entre los pasajeros, que calificaron la experiencia de “vergonzosa” e “irrespetuosa”.

“Avión chárter saliendo de La Habana con Cubazul (Fort Myers) sin aire acondicionado, pasajeros desmayados y un solo niño, mi hija”, escribió la usuaria en su publicación, acompañada de imágenes que muestran la precariedad de las condiciones en las que viajaban.

Este incidente vuelve a poner sobre la mesa las dificultades que enfrentan los cubanos que intentan viajar al exterior. A los altos precios de los boletos se suman retrasos prolongados, problemas técnicos en las aeronaves y un trato que muchos califican de abusivo. Para los pasajeros de este vuelo, la experiencia dejó una amarga lección sobre la vulnerabilidad en la que se encuentran frente a un sistema de transporte aéreo que, lejos de garantizar confort y seguridad, genera incertidumbre y malestar.

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