Leibis María Reyes García, una joven cubana de de 24 años, salió del país a finales de noviembre por Nicaragua. Luego de una larga travesía por Centroamérica llegó el pasado 5 de enero a la frontera de Estados Unidos.

Las autoridades la llevaron a un cuarto -a ella y a otro grupo de migrantes de la isla-. Al día siguiente los regresaron a México y ni siquiera tuvieron la opción de solicitar el asilo.

La joven, natural de Pinar del Río, se encuentra actualmente en un campamento para inmigrantes varados ubicado en la localidad de Hermosillo.

“A las 9:00 de la mañana yo estaba en suelo norteamericano, mucho antes de que Biden hablara, no nos quisieron procesar, nos metieron a un cuarto y nos sacaron a las 4:28 horas del día 6 de enero; nos llevaron a otro lugar donde nos montaron a una guagua (autobús) directo hasta aquí”, contó al diario local El Sol de Hermosillo. 

Según explica, las autoridades le dieron un código QR para realizar el trámite mientras esperan en México.

"Me dolió mucho que llegara a Estados Unidos y me viraran para atrás, no me dieron opción de pedir asilo político, simplemente me metieron en un cuarto y esperaron al 6 de enero, cuando se hizo el anuncio de deportación de cubanos; es injusto, no nos procesaron por que el 5 de enero entraron muchos y a nosotros no, éramos un grupo de 25 cubanos”, señaló.

Leibis asegura haber sido víctima de la represión por parte de los agentes de la Seguridad del Estado en Cuba.

“Yo participé el 11 de julio en la marcha pacífica que hubo en mi país, a raíz de eso los policías iban a mi casa, me citaban, la última vez que fueron fue el 14 de noviembre, de ahí mi mamá tuvo que vender una propiedad, una casa que teníamos para que pudiera salir, el 28 de noviembre fue el día que salí de mi país".

“Allá dejé a mi mamá, a toda mi familia, tuve que salir, dejar a mi abuela enferma de cáncer, desgraciadamente ayer recibí la noticia de que murió, muy fuerte todo; tuve que salir no tan solo buscando un futuro mejor, porque yo hubiese preferido estar en Cuba con toda mi familia, aunque tuviera que comer mal todos los días, tuve que salir por la persecución política que tenía”, aseguró.

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