Más de una decena de personas se encuentran bajo investigación en Guantánamo por robo y venta ilícita de medicamentos, informó la prensa local.

Según el reporte de Solvisión, entre las medicinas incautadas hay analgésicos, antibióticos, antiinflamatorios hasta fármacos empleados para diabéticos y otras patologías. Los mismos no son solo de factura nacional, también se han decomisado medicamentos rusos y estadounidenses.

Especialistas de la Unidad Provincial de Investigación Criminal del Ministerio del Interior y el sistema judicial en la provincia, informaron al canal local que trabajan en la detección, investigación y procesamiento de los hechos, donde al menos 8 casos con unos 15 implicados, son procesados en esa provincia, donde las autoridades precisan que en las actuales circunstancias la comercialización de medicamentos ya sean sustraídos de entidades estatales, acaparados o traídos desde el exterior puede ser sancionados con agravantes debido al contexto epidémico, lo que podría llevar a un acusado hasta una pena de 8 años de cárcel.

La víspera, se conoció que comenzarán en breve, en Ciego de Ávila, los juicios contra quienes hurtaron medicamentos.

Sin información precisa sobre el número de personas que serán enjuiciadas, desde el estatal periódico Invasor han anunciado, que comienzan en ‘pocos días’ los juicios a los trabajadores de la Salud que se encontraron en posesión de medicamentos sustraídos de los dos principales hospitales de la provincia Ciego de Ávila.

De acuerdo con las declaraciones a ese medio de Karel Roberto Alonso Rodríguez, fiscal jefe del Departamento de Procesos Penales en Ciego de Ávila: “durante el proceso investigativo se les han ocupado a trabajadores de la Salud de estas instituciones y al personal que está involucrado directamente en el enfrentamiento a la COVID-19 una cantidad importante de medicamentos que son imprescindibles para el tratamiento de los pacientes positivos al SARS-CoV-2”.

“Tal es el caso del heberón, el rocephin, la azitromicina y bulbos de atropina. Y no podemos, menos en las circunstancias en que estamos viviendo, permitir que personas inescrupulosas extraigan estos medicamentos de las salas o de los centros asistenciales para lucrar con ellos, o utilizarlos en beneficio personal, como ha estado sucediendo”, dijo.

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