La nave espacial privada Blue Ghost ha logrado aterrizar con éxito en la Luna este domingo (02.03.2025), marcando un hito en la exploración espacial. La misión, operada por Firefly Aerospace, se convierte en la segunda empresa privada en alcanzar la superficie lunar y la primera en lograr un alunizaje completamente vertical.

El aterrizaje tuvo lugar en Mare Crisium, una extensa llanura en la cara visible del satélite, tras un viaje de seis semanas desde su lanzamiento en Florida el 15 de enero. “¡Llegamos a la Luna!”, exclamó un ingeniero del centro de control en Austin, Texas, mientras el equipo celebraba la exitosa maniobra.

La misión, parte del programa Artemis de la NASA, lleva a bordo diez instrumentos científicos que analizarán el regolito lunar, las propiedades geofísicas del subsuelo y la interacción del viento solar con la atmósfera lunar. Estos datos serán fundamentales para futuras misiones tripuladas y la exploración del espacio profundo.

Uno de los avances más innovadores de la misión es el experimento Lunar GNSS Receiver Experiment (LuGRE), que consiguió rastrear señales de navegación del GPS y Galileo a una distancia récord de 400.000 kilómetros, abriendo la posibilidad de utilizar estos sistemas para guiar futuras expediciones a la Luna.

El presidente ejecutivo de Firefly Aerospace, Jason Kim, destacó que la nave se encuentra “estable y en posición vertical”, diferenciándose del alunizaje de Intuitive Machines, la primera misión privada en la Luna en febrero, cuya sonda quedó inclinada tras tocar la superficie.

La misión, bautizada como "Ghost Riders in the Sky", en honor a una icónica canción country, representa un paso clave en la colaboración entre la NASA y la industria privada para reducir costos y avanzar en el objetivo de establecer una presencia humana sostenible en la Luna en la próxima década.

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