George Santos: el congresista electo que mintió sobre sus estudios universitarios, empleos en Wall Street y abuelos judíos

By ROBERTO CESPEDES ~ martes 27 de diciembre de 2022

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Mintió en todo. Un candidato al Congreso federal por New York falseó totalmente su vida durante la campaña electoral y engañó al público sobre sus estudios universitarios en prestigiosas universidades, sobre importantes empleos en Wall Street e incluso acerca de abuelos judíos que escaparon de los nazis. Nadie lo descubrió y ahora George Santos es congresista electo por el partido republicano. Dice que apenas “embelleció” un poco el currículum y que “no es un criminal”, pero su futuro es incierto.

De origen brasileño, Santos había saturado su hoja de vida con toda clase de adornos y fanfarrias que resultaron ser falsas. Aseguró ser graduado de Baruch College y de la Universidad de New York. Entre sus empleos, enumeró puestos en firmas financieras como Citigroup y Goldman Sachs, lo que le había generado suficientes recursos para poseer una docena de propiedades en todo el país. Y para hacer más heroica su historia de superación personal aseguró ser nieto de una pareja de ucranianos que sobrevivieron al Holocausto.

La primera señal de alarma de que algo no cerraba en los antecedentes del hombre de 34 años la reveló The New York Times. Una investigación del diario comprobó que partes significativas de su resumé no eran más que pura invención. Una pesquisa posterior de CNN corroboró el informe del Times y apuntó a una verdadera colección de recursos ficcionales en múltiples áreas de su pasado. 

Finalmente, en sendas entrevistas al The New York Post y a WABC Radio, Santos no ha tenido más opción que reconocer los embustes. Es falso que se hubiera graduado de economía y finanzas del Baruch College, como aseguró. Ni siquiera asistió a ese centro de estudios. Tampoco existen récords de asistencia a la Universidad de New York, una institución que, según él afirmaba, le había otorgado un máster en administración de negocios.

“No me gradué de ninguna institución de altos estudios. Estoy avergonzado y siento mucho haber ‘embellecido’ mi resumé (…) A veces hacemos cosas estúpidas en la vida”, admitió al Post.

Acorralado por las evidencias, Santos también reconoció que nunca había trabajado directamente para Citigroup ni para Goldman Sachs, aunque todavía insiste en haberlo hecho “indirectamente” a través de su propia compañía.

El ahora congresista electo también mintió burdamente sobre sus propiedades e ingresos. No posee 13 residencias, como había informado, y está viviendo en el hogar de una hermana a la espera de comprarse una casa. La historia del patrimonio de “millones” que aseguró tener en una declaración financiera del 2020 resultó igualmente ficción.

Investigaciones de CNN y The Washington Post arrojaron también luz sobre fraudulentos antecedentes familiares. El hombre que proclamó ser judío _todavía el pasado 22 de noviembre se mostraba “orgulloso de su herencia judía” ante el Jewish News Syndicate_ carecía de raíces hebreas.

Sus abuelos no eran judíos ucranianos que huyeron a Bélgica y luego a Brasil para escapar del Holocausto durante la II Guerra Mundial, como iba contando. Registros genealógicos y otras evidencias mostraron que sus antepasados han vivido en Brasil durante al menos tres generaciones y no existe conexión alguna con Ucrania, con raíces judías o con el Holocausto.

“Nunca dije ser judío. Soy católico. Como supe que mi familia materna tenía antecedentes judíos, dije que era judío”, admitió Santos al Post tras ser descubierto.

De renunciar, ni una palabra. Según él, nada en su colección de falsedades lo inhabilita para el Congreso. “No soy un delincuente. Ni aquí, ni en el extranjero, en ninguna jurisdicción del mundo he cometido ningún delito”, dijo Santos en una entrevista con la estación de radio de New York WABC. “No soy un fraude. No soy un criminal que estafó a todo el país e inventó este personaje ficticio y se postuló para el Congreso. He estado aquí por mucho tiempo (…) mucha gente me conoce. Ellos saben quién soy. Han hecho negocios conmigo”.

Santos aseveró que no se excusaría por lo que hizo pues “muchas personas exageran en sus currículos o los tuercen un poco” para conseguir mejores resultados. “No digo que no sea culpable de eso”, dijo.

Por lo pronto, el liderazgo del Congreso republicano mantiene un muro de silencio sobre el embuste masivo. El casi seguro próximo Speaker de la Cámara, Kevin McCarthy, no ha respondido a una avalancha de preguntas de los medios sobre el futuro de Santos.

Los demócratas, entretanto, están pidiendo la cabeza de Santos e investigaciones. “Santos debería renunciar. Si no lo hace, entonces el Partido Republicano debería pedir una votación para expulsarlo”, sostuvo el congresista Ted Lieu.

Richie Torres, otro demócrata de New York, ha solicitando una investigación del Comité de Ética de la Cámara de Representantes sobre las finanzas de campaña. “George Santos admitió que la historia de su vida es una completa invención. Su lamentable confesión no debe distraernos de las preocupaciones sobre la posible criminalidad y corrupción. El Comité de Ética debe investigar cómo hizo su dinero. Donde hay humo, hay fuego”, indicó. 


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