El fotógrafo cubano Ruber Osoria, quien vive en Chile desde 2018, denunció haber sufrido un incidente de agresión xenófoba mientras trabajaba en Lebu, región del Bío Bío.

Osoria, de 30 años y oriundo de Santiago de Cuba, explicó que se encontraba tomando una serie de fotografías para su agencia, inspiradas en las labores de los adultos mayores durante la pandemia. Entonces, una mujer fue a cuestionar por qué le estaba tomando fotos, advirtiéndole que llamaría a los carabineros.

La discusión no pasó del plano verbal en ese momento. Sin embargo, cuando ya iba a tomar el transporte público de vuelta a Concepción, un hombre vino y le arrebató su cámara, refiere el joven en declaraciones al medio BioBioChile.

“Ya estoy en el bus de vuelta y un señor me agrede, me asalta. Me quita la cámara y la credencial, obligándome a ir a Carabineros”, dijo. Según expuso, el hombre en ese instante “me insultó y, cuando me escuchó que era extranjero, me dijo que era un migrante culiado (sic), que venía a delinquir”.

En el camino a la comisaría, el cubano grabó un video donde denuncia el incidente y se puede apreciar cómo el hombre, que lleva la cámara del joven en la mano, lo agrede físicamente. “Me quitaron la cámara, que vale un millón de pesos. (…) El señor me dijo miles de cosas y la señora se tapa la cara”, señaló.

Osoria comentó que presentará una querella por la denominada Ley Zamudio, como se conoce a una ley chilena promulgada por el expresidente Sebastián Piñera en 2012, para amparar a personas ante actos de discriminación arbitraria, estableciendo un procedimiento judicial y medidas sancionatorias en casos que lo ameriten.

De igual modo, relata que nunca antes había vivido una experiencia similar en Chile, desde su llegada al país sudamericano, donde ha podido continuar desarrollando su trabajo profesional, que lo llevó a ganar el concurso Nuevos Talentos Latinoamérica 2022 del Festival Internacional de Fotografía Santa Marta, en Colombia. “Uno viene a aportar al país, a tirarle, y ya sabes cómo lo tratan a uno. Pero bueno, acá estamos”, sostuvo.

En una entrevista al medio independiente Diario de Cuba (DDC), Osoria dijo que fue víctima de la trata humana y que llegó de manera "accidental" a la fotografía, pero ahora pretende "representar el movimiento de la street photography cubana en la esfera internacional".

“Un tío de EEUU de visita me regaló un IPhone 6S Plus y con eso empecé a hacer fotos. Con esa cámara hice una primera serie llamada Ignotos, rostros del Contramaestre. En 2018 la expuse en un evento nacional de escritores de la Asociación Hermanos Saiz (AHS)”, dice.

“En 2018, después que hice la pequeña exposición en el Café Cantante del pueblo yo decidí emigrar. Por esos días se hablaba de Chile como destino migratorio. Volé a Guyana, de allí viajé a Brasil. Desde allí tomé un ómnibus hasta Manaos. Muy asustado llegué después a Perú. No sabía dónde estaba ni lo que me podían hacer (los traficantes de personas)”, evocó.

La travesía de Osoria incluyó un desierto minado. “Pasó por calabozos de Migración y tuvo que presentarse diariamente a la Policía a la espera de una expulsión por entrada ilegal. Logró llegar a la ciudad de Concepción, ciudad donde actualmente radica”, expone DDC.

“Un sacerdote me recogió, me llevó para un albergue de inmigrantes en su iglesia. Me dio una cama y viví allí aproximadamente seis meses sin poder hacer nada. A través de un matrimonio de Testigos de Jehová conseguí un trabajo ilegal, aún sin papeles, cambiando el filtro de aceite a los carros. Los ahorros fueron para comprar mi primera cámara”, detalló Osoria. 

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